La actriz es la crítica más severa sobre su propio trabajo
Una fresca mañana de este invierno y el acogedor salón de unos los lugares más cool de la Condesa, enmarcaron la plática que Esmeralda Pimentel sostuvo con EstiloDF luego de haber terminado La vecina, la segunda telenovela en la que la vimos en el rol protagónico.
La actriz habló de los planes inmediatos que tiene en su agenda luego de 10 meses de grabaciones y ocho exactos al aire.
¿Cómo cierras este ciclo?
Agradecida, primeramente con Lucero (Suárez) porque me dio la gran oportunidad de darle vida a Sara, un personaje luminoso que me enseñó cosas positivas como aprender a estar en mi presente, disfrutar más de la vida, reírme más, y me deja muy orgullosa porque a la gente le gustó mucho, ya que fue una historia familiar, cero pretenciosa, con un toque de inocencia, pero no por eso fue una trama poco interesante. Fueron 10 meses, inicialmente iban a ser sólo seis y medio de grabación, pero después se alargó porque nos estaba yendo muy bien y porque el público lo pidió, por eso terminamos hasta enero.
¿Hiciste amigos en la producción?
Conocí a muchas personas que hoy son grandes amigos como Pierre Ángelo y Natalia Guerrero. Con Juan Diego Covarrubias se dio una gran conexión desde que empezamos a grabar, nos apoyamos siempre y le agradezco mucho su nobleza, su profesionalismo, es igual de entregado que yo. Lo quiero mucho.
¿Qué planes tienes para los siguientes meses?
Tenía pensado irme en septiembre pasado a estudiar a España, pero me dieron la noticia de que se alargaba la historia y yo feliz, aunque también me movieron mis planes, pero creo que todas las cosas pasan por algo. Si yo me hubiera ido no hubiera tenido la oportunidad de hacer la película que hice.
¿Qué ibas a estudiar a España?
Actuación, un taller intensivo de dos meses con Juan Carlos Corazza; es una escuela que tiene muchísimo prestigio, a la que entran muy pocos estudiantes, y ya tenía el lugar; además quería viajar y conocer por allá, pero sólo se aplazó.
De la película que hiciste, ¿cuál es la historia?
Interpreto a una chava que tiene una visión muy pura del amor, cree que en cualquier momento va a encontrar a su príncipe azul; su máximo en la vida es casarse y tener hijos. Es una mujer que lo ha tenido todo en la vida y de pronto se encuentra con Esperanza y Mónica, quienes tienen una idea del amor muy distinta a ella.
¿Fue complicado hacer cine y telenovela al mismo tiempo?
Ya para terminar la telenovela me habló Pitipol Ybarra, lo vi, platicamos sobre el personaje, y a partir de ahí ya no nos pudimos ver de nuevo, toda nuestra comunicación fue por mensajes de celular: me mandaba sus referencias, me sugería películas, temas, fotos, textos para construir el personaje; yo estaba súper nerviosa. Terminé la telenovela y al día siguiente me hicieron el cambio de look; llegué a mi primer día de grabación, me hizo unas preguntas que me dijo le respondiera como el personaje, y cuando terminamos me dijo que lo tenía.
Y luego te llegó la propuesta para hacer La Dalia Negra…
Me habló el señor Jorge Ortiz de Pinedo y me dijo que desde que inició el proyecto pensó en Ariadne (Díaz) y en mí, pero en ese momento yo empezaba la telenovela, y ahora que la terminé y que Ariadne se dedicará a su embarazó, a mí me cayó perfecto. Al leerla y verla decidí darle vida a esa mujer, un personaje que se fue metiendo en mí, hasta he soñado con ella, y he investigado lo más que he podido sobre su vida. Me identifico mucho con ella por su sueño de ser actriz y de abrirse paso en este medio tan difícil.
¿Ya empezaste a ensayar?
Aún no, hasta la siguiente semana, pero ya tuve la oportunidad de estar entre esas dos pantallas para sentir esa dinámica, y creo que sí está muy complicado, cada movimiento debe ser preciso, porque de no pararme justo donde se indica, se complica el desarrollo de la obra por el formato en el que está contada, que es como una historieta. Se me hace interesante cómo el multimedia te va llevando en la historia y requiere de toda tu atención.
¿Estás nerviosa ante el estreno?
¡Claro!, será el 12 y 13 de febrero en Monterrey y estaremos en gira todo febrero y marzo; regresaremos a la Ciudad de México en abril para dar funciones en el Teatro San Rafael. Por ahora estoy que no me la creo porque es un honor compartir el escenario con Fernando Luján, aunque desafortunadamente nunca interactuamos porque en la historia él está en el presente y yo en su pasado, pero para mí es una fortuna decir que estoy en el mismo proyecto que él. Cuando lo conocí fue súper lindo, me dio consejos y ha sido muy atento conmigo, con todo eso, claro que dan nervios.
¿Es cierto que también participarás en otra obra al mismo tiempo?
Así es, se llama Cenizas en el mar, es una obra escrita y dirigida por Pablo Laffite; cuando me mostró ese texto supe que hacía mucho tiempo que no leía algo así que me moviera tanto y que a la primera dijera que lo quería hacer, y agradecí que llegara a mí.
¿De qué trata?
El público va a entrar al mundo de una familia a través de una casa en la que cada quien tiene su propia habitación, y la gente va a elegir con qué actor se quiere ir. Durante las escenas personales en las que el personaje está en su intimidad, se revelan secretos y heridas que les lastiman, y aunque se haya visto la historia de un solo personaje, al final se entiende la trama.
¿Con qué actores compartirás escena?
Sé que van Valeria Vera, Doris Marcos, Mónica Dionne, Manuel Balbi, y el resto del elenco se está cerrando.
Y por fin en julio estarás en España…
Sí, ya es inamovible porque es algo que he aplazado por muchos años porque han llegado afortunadamente proyectos importantes para mí, y uno tras otro.
¿Ya te visualizaste como alumna?
Siento que desde hace algún tiempo me estoy atorando, y nunca me ha gustado eso porque creo que lleva a la mediocridad. Es importante prepararse, estudiar, es como darte energía a ti mismo, es como abrirte y romper miedos. Pensar en regresar a un salón de clases y compartir ese espacio con otros actores de otras partes, es un proceso de aprendizaje muy interesante.
¿Te gusta ver tus escenas?
Cuando me veo en la televisión no puedo evitar juzgarme, soy muy exigente conmigo. Mi voz, mis movimientos, mis gesticulaciones, las veo con lupa, pero luego recuerdo que no soy yo, que le estoy dando vida a un personaje y que tengo que respetar su esencia y confiar mucho en mis directores, si ellos dicen que una escena queda ahí, hay que asumirlo. Ser tan exigente es peligroso porque se puede caer en vanidad, y la creación se empieza a hacer más limitada.
¿Con quién te gustaría actuar?
Quisiera trabajar con Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Karina Gidi,Arcelia Ramírez, puro grande.
La etapa que estás viviendo, ¿cómo la defines?
Muy buena en lo profesional, y dolorosa en lo personal, ya que el año pasado tuve dos pérdidas muy significativas: mi abuela y mi tía; ellas fueron mujeres a las que admiré muchísimo y de las que aprendí mucho.
¿Qué consejos te daban?
Me decían que tuviera mucha humildad, porque al tenerla se cuenta con más capacidad para aceptar las cosas que se necesitan corregir. Me dijeron que siempre fuera agradecida, que me mantuviera con los pies en la tierra, y hasta ahora he honrado sus enseñanzas.
¿Eres religiosa?
Creo en una fuerza superior, pero también creo muchísimo en que estamos unidos por medio de la energía y que debemos ser muy conscientes de cómo estás y qué le aportas al mundo.
¿De qué manera te conectas con esa energía superior?
He ido a retiros budistas, medito en las mañanas y en las noches, y en acción me gusta mucho agradecer todo, creo que lo reflejo en mi trato con las personas.
¿Coleccionas algo?
Libros, tengo una obsesión tremenda, cuando voy a una librería no salgo con las manos vacías. Me emociona su olor, hojearlos, leerlos, incluso leo varios a la vez, y no los rayo, no hago anotaciones, los dejo intactos.
Cuestión de estilo
Marca: “No estoy casada con una sola, soy fiel a mi propio estilo”
Color: Negro
Estilo: Andrógino
Perfume: Aromaterapia, en lugar de perfume
Bebida: Café
Directores: Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Francisco Franco, Michel Franco, Pitipol Ybarra
Autores: Carlos Ruiz Zafón, Sor Juana Inés de la Cruz, Jaime Sabines, Juan José Arreola, Clarissa Pinkola Estés, Sabina Berman
FRASES
“Mi voz, mis movimientos, mis gesticulaciones, las veo con lupa”
“Quisiera trabajar con Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Karina Gidi, Arcelia Ramírez, puro grande”
“Creo en una fuerza superior, pero también creo muchísimo en que estamos unidos por medio de la energía”
