Ahora que los niños regresaron a clases en China, algunos de ellos se llevaron una agradable sorpresa. Y es que, su jardín de niños, fue transformado en un enorme caleidoscopio con los colores del arcoíris.
Con el fin de generar que el aprendizaje sea más entretenido, el arquitecto japonés Keiichiro Sako colocó 483 inserciones de vidrio, con lo que los colores se reflejan en el interior gracias a los rayos del sol. Las imágenes están causando furor en redes sociales:
Al respecto, el creador de este proyecto aseguró: “Los tonos de colores pueden crecer y reducirse a medida que los colores se superponen y se vuelven diferentes, o se mueven de un plano vertical a un plano horizontal y luego a un plano vertical… Es como un caleidoscopio, donde todo el espacio cambia constantemente. Espero que la creatividad de los niños se fomente al pasar su infancia en esta hermosa luz”, explicó Sako.
Cabe mencionar que este caleidoscopio de colores se extiende más allá del vidrio, ya que la técnica no solo se aplicó a ventanas, sino también a puertas y pasamanos dentro del edificio. Al mantener el interior limpio y minimalista, Sako permite que los colores resalten, ofreciendo una experiencia ensueño.
A nosotros nos encantó este proyecto. ¿Y a ti?