Estrena Las Aparicio, donde se resalta la relación entre Mariana y Julia
De Eréndira Ibarra se pueden decir muchas cosas, pero ella sólo quiere que se le conozca por su labor como actriz, por las palabras que pronuncia cada vez que tiene oportunidad de opinar sobre temas que acongojan a México, y por la congruencia con que vive día tras día.
Este año la joven actriz cumple una década de trayectoria y para celebrarlo seguirá abriéndose paso por sí sola en un mundo cada vez más competido. Con su trabajo en cine, teatro y televisión ha sabido mostrar su talento, el cual, cuenta en entrevista con EstiloDF, es casi nato.
¿De qué manera influyeron las constantes visitas al foro donde trabajaba tu papá para que te naciera esta vocación por la actuación?
Creo que en todo, por un lado nací con el lente de la cámara metido en la cara, literal, y eso influyó mucho en esta sensación de ser performancera, dar show y ser dramática y demás; pero el simple hecho de tener la oportunidad de estar sentada junto a Demián Bichir mientras está estudiando su escena antes de salir a Demasiado corazón, o hacer casting con Ana Colchero para Nada personal, todo ese tipo de detalles fueron sembrando en mí esa necesidad de vivir la vocación con la que nací.
¿Cuántos años tenías cuando comenzabas a visitar los foros?
Creo que cuando iba a Churubusco tenía nueve años, porque antes de empezar las telenovelas ya hacíamos producto noticioso.
¿Qué es lo que más te llamaba la atención?
Me encantaba verlos transformarse, pasaban de echar desmadre a verlos en escena siendo detective u otro personaje; ese proceso era algo mágico y yo ya sabía que tenía la posibilidad de hacerlo, porque lo hacía a puerta cerrada. Mi mamá dice que de chiquita me la pasaba llorando en el espejo, tenía control de mis emociones.
¿Tenías la intención de dedicarte a algo que no fuera la actuación?
Totalmente, cuando empecé a crecer y me di cuenta de lo difícil que iba a ser desafanarme del apellido y ser la hija de mi papá, lo primero que entró fue un miedo e inseguridad; ahí empecé a explorar otras cosas, sobre todo en vestuario, que me apasionaba también; estuve mucho detrás de cámaras.
¿Es complicado lidiar con los comentarios que afirman que sólo estás en el medio por tu papá?
Ya con los compañeros ha cambiado mucho. Este año cumplo 10 de carrera y las cosas han cambiado, pero definitivamente al principio sí era muy pesado. Lo que es un hecho es que de chiquita me cuidaron mucho y no me dieron oportunidades de trabajo hasta que terminara mi carrera, y fue cuando empecé a hacer castings; varios directores que conocía desde chiquita me rechazaron porque estaba verde, nadie me la puso fácil. La gente puede decir de mí lo que quiera, como personas públicas abrimos la oportunidad de que nos critiquen, pero por mérito propio sé quién soy y no me voy a dejar; tampoco me voy a ofender porque un actor o actriz que está ardida por sus oportunidades laborales, despotrique en mi contra.
Uno de tus primeros trabajos fue el cortometraje Alivio, dirigido por Armando Vega-Gil, ¿qué recuerdas de eso?
Que perdí la chamarra que iba a utilizar en el corto, tuve que llegar con otra chamarra y metí a Armando, a El Mastuerzo y a todo el equipo en el peor de los estrés. Ahí aprendí a no poner de tu vestuario, y si lo vas a poner se lo dejas a la vestuarista. Me encantaría volver a trabajar con Armando.
De los proyectos más recordados en tu carrera es la serie Las Aparicio, donde trataban temas controversiales como el matriarcado y la homosexualidad, ¿qué tan importante es retomar temas y ponerlos en la pantalla?
Absolutamente vital, creo que lo que hacía falta y la razón por la cual Las Aparicio es tan bien vista por el público, es porque la gente está harta de ver estereotipos en la televisión, porque siempre que sale el personaje gay es sobreactuado, afeminado y con cosas que eran una falta de respeto, aparte de todo alimentando estereotipos dañinos. Estábamos sedientos de ver cosas que respetaran la realidad de la gente que veía los proyectos.
Y ahora están por estrenar la película…
Sí, la película me encanta, es como la versión cinematográfica de lo que vimos en la tele y es la continuación del amor bonito, algo que siempre hemos tratado de proponer, porque cuando la gente piensa en relaciones homosexuales o lésbicas, las descalifica como si no fuera realmente amor. Cuando el amor trasciende género, no importa si es entre hombres o mujeres. Es algo que siempre hemos querido decir: que el amor nace con la admiración, y crece con el respeto; es algo que Julia y Mariana comparten, y espero sea contagioso para el mundo en general.
Interpretar papeles como el de Mariana, ¿puede ser un modo de activismo social?
Pues sí, quizá no deben ser vistos con esa búsqueda de tener un impacto así en la sociedad, sin embargo, sí, sobre todo el personaje de Mariana tuvo mucho que ver, no sabíamos cómo lo iba a recibir la gente en México, pero hasta la fecha todavía hay mujeres u hombres que me dicen que a partir del personaje entendieron a sus hijas; fue un granito de arena que se puso para la construcción de una sociedad más equitativa.
Y de tu participación en series como Capadocia, Camelia La Texana o Señorita Pólvora, que retratan actos ilícitos o personajes que actúan fuera de la ley, ¿crees que de alguna manera sea apología del delito?
Hay distintas formas de ver y depende de cada proyecto. En el caso particular de Capadocia, es un rotundo no porque simplemente exponía lo jodido que está el sistema penitenciario de México, que 70% de mujeres y hombres adultos en las cárceles son inocentes y viven un abuso constante por parte de las autoridades; en ese sentido, es una denuncia a viva voz. En el caso de Señorita Pólvora, es discutible, pero en el caso de Camelia La Texana es historia, la gente no conoce cómo fueron creados los cárteles y por qué carajos vivimos en un narcoestado; me frustraba ver que la gente quería ver más a Camelia como una cabrona, que como una defensora de los derechos de los campesinos.
En Sense8 interpretas a una mujer que es víctima del maltrato a manos de su pareja, un caso nada alejado de la realidad. Poner en pantalla este tipo de situaciones, ¿cómo ayuda a solucionarlas?
El simple hecho de hablar de temas dolorosos ayuda a la gente a verlos, identificarse y se den cuenta que no están solos. México es un país que, si no me equivoco, tiene siete feminicidios al día, entonces es un tema del cual debemos hablar, vivimos en una situación jodida donde los hombres aprendieron a golpear a las mujeres para tenerlas calladas y sumisas, y si no hablamos del tema, ¿cómo vamos a sanar?
Eres una mujer que externa claramente sus opiniones, ¿no temes por tu integridad?
Si no tuviera miedo estaría pendeja, si no tuviera miedo no tocaría los temas más dolorosos del país, ¡claro que me da miedo!, pero el ser una persona pública me escuda un poco del maltrato o de las posibilidades de ataque; todos los días me despierto y recibo amenazas en Twitter, pero nunca me van a callar. No pienso ser sólo una actriz que se quede por encimita porque me beneficia, si pierdo fama por decir lo que pienso, pues bienvenido sea, porque lo que no pienso perder es la voz.
¿Qué planes tienes para este 2016?
Empezamos el año en el set de la nueva película de Manolo Caro, La vida inmoral de la pareja ideal. Me invitó a ser una fotógrafa activista del amor. Viene la segunda temporada de Sense8, luego me voy a Los Ángeles una temporada a trabajar, y para el segundo semestre del año pretendo producir teatro.
CUESTIÓN DE ESTILO
Nombre: Eréndira Ibarra Klor
Libro favorito: Los años de peregrinación del chico sin color, de Haruki Murakami
Películas predilectas: Casablanca, Bugambilia, Noviembre, V de Vendetta
Ídolo: Dolores del Río
Música: Mcklopedia
FRASES
“… la razón por la cual Las Aparicio es tan bien vista por el público, es porque la gente está harta de ver estereotipos en la televisión”
“El simple hecho de hablar de temas dolorosos ayuda a la gente a verlos, identificarse y se den cuenta que no están solos”
“… si pierdo fama por decir lo que pienso, pues bienvenido sea, porque lo que no pienso perder es la voz”