Nota: ¡Este review de Black Widow está libre de spoilers! Lee con confianza.
Faltan uno días para el regreso de Marvel a las salas de cine. Después de más de un año de retraso, Black Widow llegará por fin a la pantalla grande el próximo 9 de julio, y de manera simultánea se podrá ver en Disney Plus a través de Premier Access con un costo extra de $329 pesos en México. Mientras empieza la cuenta regresiva, aquí te dejamos nuestro review de la película.
Si bien la cinta no es lo mejor que Marvel nos ha dado, ni en esta cuarta fase ni en la etapa anterior, sí es una película necesaria para conocer un lado más sensible y humano de Natasha, así como su pasado, para tener una transición orgánica a la nueva generación que la va a relevar, y para darle un peso aún más significativo al sacrificio que le vimos hacer en Avengers: Endgame.
La cinta, dirigida por Cate Shortland, comienza con una Natasha muy joven interpretada por Ever Anderson, quien hace su debut en pantalla grande en una cinta sin su madre Milla Jovovich.
En cuestión de minutos la película deja establecido el tono con el que va a navegar y nos habla de la infancia y la familia de Nat, mostrando cómo desde muy temprana edad ya tiene ese fuego interior que la convierte en Vengadora y en alguien que siempre está dispuesto a defender a quienes ama.
Lejos de los convencionales flashbacks
Pero la visión de su pasado no dura mucho, pues después de una secuencia de créditos iniciales en la que vemos a grandes rasgos el transcurso de su vida hasta antes de convertirse en heroína, regresamos al presente con una secuencia bien estructurada que nos ubica en el espacio de la línea temporal en el que se va a desarrollar toda la acción.
Los acontecimientos de Black Widow ocurren después de Civil Wars y antes de Avengers: Infinity War. Natasha ha traicionado al team Tony al dejar escapar al Cap y a sus aliados, por lo que ahora ella también es perseguida.
Contrario a los rumores en redes sociales, la cinta no cuenta con la aparición especial de otros Vengadores, pero tampoco los necesita, pues la historia de Nat se cuenta por sí sola.
En un intento por querer escapar del gobierno, termina de nuevo sola, borrando su rastro y moviéndose de un lugar a otro, tal como conocimos al personaje varios años atrás, sólo que en esta ocasión se nota que le pesa tener que alejarse del lugar en donde al fin había creído tener un hogar.
A partir de aquí veremos ese reencuentro de Nat con su pasado y con quienes alguna vez llamó familia antes de los Vengadores. Todo mientras emprende la búsqueda del Cuarto Rojo, el lugar en donde secuestran a las niñas para convertirlas en armas de combate y que ella erróneamente creyó que ya había destruido.
En este sentido, presenciamos varias escenas de acción en las que salen a relucir las habilidades de Black Widow en su máximo esplendor, pero también su vulnerabilidad como humana, sin poderes, sin traje y sin algún tipo de suero. Quizá sea esta cinta en la que nos demos cuenta que nos faltó valorar mucho más a Natasha y todo lo que aportó a los Vengadores. Obviamente bajo un tono de nostalgia al conocer el final del personaje.
Los mayores aciertos de la cinta
El ritmo es ágil, la acción es constante y la presentación de los nuevos personajes avanza de manera orgánica con la historia; además, con cada uno abre la puerta a una posibilidad infinita de nuevos contenidos (series y películas) por los cuales aún no sabemos si Marvel se atreverá a apostar.
Scarlett Johansson muestra un control total de su personaje, lo que le permite darle nuevos matices que no habíamos visto de manera tan natural como respirar. Por su parte, Florence Pugh adopta toda la esencia de las nuevas generaciones para reflejarla con un aire fresco en el personaje que interpreta, Yelena Belova, quien a todas luces será la suplente de Romanoff. Desde su primera secuencia, Pugh establece el tono y la energía que tendrá su personaje.
Rachel Weisz y David Harbour, quienes interpretan a Melina y Alexei, también aportan un matiz especial a la cinta ayudando a remarcar, a su manera, lo que significa ser una familia. Este punto es importante, si no es que esencial, en Natasha, quien siempre le ha dado un gran peso a la familia, como lo hemos visto en las otras películas, y lo que acabó siendo determinante para su decisión final en Avengers: Endgame.
Black Widow nos muestra claramente la diferencia entre una superheroína como Natasha y otros espías, incluso en su propia familia, generando un contraste evidente que nos hace dudar por un momento sobre quién será el antagonista. De todos modos, al final muchas cosas no son lo que parecen.
El ‘pero’ de Black Widow
Pese a todas estas cualidades, un diseño de vestuario impecable a cargo de Lisa Lovaas y Jany Temime, y un score digno de mención, Black Widow no logra posicionarse en los primeros lugares de lo mejor de Marvel, ni siquiera de esta cuarta fase a pesar de ser la primera cinta que se estrena y sólo compite con las series.
La razón, a nuestro parecer, es que la estructura de la historia, aunque funciona, se mantiene simple, quizá porque ya había un desenlace previo o porque se le tuvo que dar la función de debut y despedida. Aun así nos regala la oportunidad de ver a una Natasha más vulnerable y humana, una faceta que sin duda sus fans apreciarán.