Emmanuel Ramírez (Raya) expresa convencido: “Sólo con tener un papel y lápiz me perdía en las infinitas posibilidades de crear”.
Por Pepe Real
De esta manera es como el artista plástico confirma que su pasión por la pintura nació en los primeros años de su vida. “Desde que recuerdo, me gustaba mucho dibujar. Soy fiel creyente de que el arte me busco a mí, antes de que yo lo buscara”, enfatiza el originario de la Ciudad de México.
De manera paralela a su entusiasta devoción por el arte, el pintor de apenas 24 años cursó en la UNAM la carrera de Economía, ya que –admite– “a pesar de querer estudiar artes visuales desde niño, la vida y mi gusto por las matemáticas me llevaron por ese camino”.
En la mayoría de sus obras se puede notar una preferencia de Emmanuel por la pintura acrílica, generalmente con soporte de tela, aunque también utiliza diversos tipos de papel y en algunas ocasiones hasta cartón y madera. “También estoy trabajando el grabado a punta seca para pronto aprender y aplicarlo en mis obras”.
Consciente de que el aprendizaje es de por vida, Raya explica que la herencia modernista es la que poco a poco le ha permitido crear su propio estilo. “Es lo que más me ha inspirado; desde el postimpresionismo, pasando por el fauvismo, cubismo, surrealismo, hasta el pop art y el naif me han nutrido de técnicas”.
En esta búsqueda de temas y paletas de color para ir perfilando su obra, entre los artistas que han sido la mayor influencia en sus creaciones, Ramírez menciona a Pablo Picasso, Jean-Michel Basquiat, Paul Klee y Rufino Tamayo.
A través de sus pinturas busca transmitir “lo bueno dentro de lo malo”. En este sentido, hace hincapié en que su intención es ofrecer obras alegres, llenas de vida y color, “siempre haciendo referencia a la infancia, a la inocencia y al estado más puro del ser humano”.
A pesar del corto tiempo que lleva dedicado a la pintura de manera autodidacta, ya tiene en su haber dos exposiciones individuales en el Estado de México y dos colectivas en la Ciudad de México, así como presencia en algunas subastas con diferentes galerías.
Para Emmanuel Ramírez, todo en esta vida es motivo de inspiración, desde las situaciones simples y especiales, hasta la buena compañía, así como caminar y escuchar música. “De cualquier parte puede aparecer algo que me haga querer pintar al instante casi por inercia”.
El artista revela que cuando pinta se siente libre en todos los sentidos. “También pienso que pintando ayudo a que el mundo mejore, aunque sólo aporte un pequeño grano de arena, eso me hace sentir realmente satisfecho y feliz”.
Resalta que gracias a la pandemia fue que se pudo dedicar a pintar por completo obras en todos los formatos. Considera que pese a la situación por la emergencia sanitaria, “es un momento casi ideal para ser artista: por un lado, el arte está de moda y además el internet y las redes sociales juegan un papel indispensable en la compraventa de arte y su exhibición global”.
Aunque por el momento sólo se dedica al dibujo, grabado y pintura, asegura que le gustaría explorar el mundo de la escultura. Además, una de sus metas es dejar constancia de su talento en el extranjero. “Acabo de hacer mi primer envío internacional y estaba por exponer en Ecuador, pero debido a la pandemia mucho se ha pospuesto y sólo se pudo hacer de manera virtual”.
Más allá de su quehacer artístico, Emmanuel es fundador de Rayarte Art Gallery, un proyecto híbrido que busca difundir las obras de creadores nacionales contemporáneos. Por ahora la galería funcionará de forma virtual, pero también se tiene planeado hacer exposiciones presenciales para que el público conviva con los artistas.
En estos tiempos en que mucha gente ha perdido su trabajo, Raya se siente muy agradecido con la vida por dedicarse a lo que más ama, situación que lo ha llevado a nunca perder la pasión y energía con las que pinta, y sobre todo seguir aprendiendo, ya sea nuevas técnicas o maneras de apreciar el arte.
Y tú, ¿qué esperas para cumplir tus sueños?