Pueden salir al mercado muchas marcas y muchos productos que «garanticen» una ayuda a tu rostro, lo cierto es que las mascarillas caseras son de las mejores para mantener la piel saludable, porque podemos elegir los componentes que vamos a aplicarnos, resultando mucho más asequibles que las comerciales y sobretodo en estos tiempos.
La mascarilla facial de Aspirina es una de las más usadas y económicas desde hace mucho tiempo. Pues esta pastilla es mundialmente conocida por su ayuda en los dolores fisiológicos y la mayoría de personas la hemos usado alguna vez conociendo su efectividad, pero también tiene otros beneficios que pueden ayudar.
Hablando de sus componentes, uno de los principales es el AAS o mejor conocido como ácido acetilsalicílico, el cual proviene de la corteza de los sauces, componente utilizado en la actualidad para luchar contra el acné y las bacterias que producen en la zona facial. También es un eficaz exfoliante para la piel.
Basta con comprar una caja de las tradicionales para que tengas el ingrediente principal de esta mascarilla, la puedes usar de dos a tres veces por semana.
Se combina normalmente con miel o yogur facilitando su aplicación y añadiendo hidratación, sobretodo recomendado para la piel grasa que también lo necesita. Para realizarla basta con tomar dos pastillas y algún utensilio como un mortero que nos ayude a pulverizarlas, luego combínalas con un poco de agua, miel o yogur.
Sólo utiliza la suficiente cantidad para que se cree una mezcla compacta que es la que emplearemos como exfoliante. Aplícala con movimientos circulares, déjala reposar cinco minutos, y retira con abundante agua templada.