El Liberty Hotel tiene una peculiar historia, pues antes de brindar el servicio de hospedaje a los turistas sirvió como cárcel.
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Las 300 habitaciones que ofrece al público son adaptación de las celdas en las que presos como Malcom X vivieron por algún tiempo.
El recinto se ha colocado como uno de los más exclusivos de Boston y alojarse en él es considerado como una experiencia única, al ser el primero en su tipo.
El edificio fue construido en 1852, pero dejó ser utilizado como cárcel en 1990 tras la orden de la suprema Corte de Justicia de Estados Unidos de su cierre.
Una de las razones por las que las autoridades federales estadounidenses ordenaron el cierre de la prisión fue por la violación de los derechos humanos de los presos, debido a las malas condiciones en las que vivían.
El edificio estuvo abandonado por casi 20 años, sin embargo en 2007, un grupo de empresarios locales realizaron la compra y remodelación del espacio y lo convirtieron en este majestuoso hotel de lujo.
¡Así cualquiera se animaría a pasar unos días en “prisión”!