“Nos sorprendió una tormenta y en esta barca estamos todos”
La lluvia y una excepcionalmente solitaria Plaza San Pedro, en el Vaticano, enmarcaron la emotiva bendición Urbe et Orbi – A la ciudad y al mundo- que ofreció este viernes el papa Francisco, la cual se transmitió desde la Santa Sede a través de diversos canales y en varios idiomas.
Cabe resaltar, que se trata de un hecho insólito, pues este tipo de misa se ofrece únicamente en Pascua y Navidad; sin embargo, el representante de la iglesia Católica ofreció un mensaje de consuelo para todos los fieles debido a la emergencia sanitaria mundial debido al coronavirus Covid-19.
Acompañado únicamente de su secretario particular, el pontífice otorgó el perdón universal a millones de creyentes de la fe católica alrededor del mundo y expresó: «En medio del aislamiento donde experimentamos la falta de los afectos, escuchamos una vez más el anuncio que nos salva: ¡Ha resucitado y vive a nuestro lado!». «Dejemos que reavive la esperanza», agregó.
Finalizó su mensaje con una oración: «Esta tarde me gustaría confiarlo a todos al Señor, a través de la Virgen, descienda sobre vosotros la bendición de Dios: Señor, bendice al mundo, da salud al cuerpo y consuela los corazones. Nos pides que no sentamos temor, pero nuestra fe es débil, Señor y tenemos miedo. Pero tú Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repite de nuevo: No tengáis miedo y nosotros junto a San Pedro volcamos en ti todo nuestro agobio porque sabemos que tú nos cuidas».