El 20 de abril de 2018 el mundo perdió a una de sus estrellas más brillantes cuando el DJ sueco Avicii, cuyo verdadero nombre era Tim Bergling, se quitó la vida a los 28 años mientras estaba de vacaciones en Omán.
Detrás de la tragedia quedó un padre devastado, Klas Bergling, quien desde entonces ha dedicado su vida a honrar la memoria de su hijo y a concienciar sobre la importancia de la salud mental. En una videollamada con la BBC, Klas compartió su lucha diaria.
«Lo extraño cada minuto», confesó. «Hablo con él todos los días, pero a veces me enfado. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué nos dejaste?». Estas preguntas resuenan en su mente, reflejando el dolor de un padre que no sólo perdió a su hijo, sino también a un amigo.
Avicii irrumpió en la escena musical con una fuerza explosiva, alcanzando la fama mundial a los 22 años con su tema «Levels», una canción que se convirtió en un himno del EDM y marcó el comienzo de su meteórica carrera.
Pero detrás de los sintetizadores vibrantes y las luces deslumbrantes, Tim Bergling luchaba con problemas de salud mental y adicciones que finalmente lo llevaron a su trágico final. Klas Bergling no sólo recuerda a su hijo como el ícono musical que conocieron millones, sino también como el joven vulnerable que buscaba respuestas a sus preguntas existenciales.
«Queremos ayudar a la gente a ver más allá de la fama de Avicii. Por eso también llamamos a su álbum póstumo Tim«, explicó Klas, quien junto a su familia ha trabajado incansablemente para preservar el legado de su hijo de una manera que resalte su humanidad.
Una lucha que sigue
En 2019, la familia Bergling fundó la Fundación Tim Bergling, una organización dedicada a abrir la conversación sobre la crisis de salud mental entre los jóvenes. «Tim significó mucho para los jóvenes: su música, sus letras y su persona», comentó Klas.
«Al principio no entendí por qué, pero luego un fan dijo: ‘Tim era auténtico’. Lo entendí. Muchos jóvenes se identifican con esa autenticidad, su honestidad y sus luchas”.
El ascenso de Avicii fue tan rápido como intenso. Desde publicar sus primeras canciones en línea hasta ganar 250 mil dólares por noche en sus presentaciones, Tim enfrentó la presión y las expectativas de una industria que a menudo descuida el bienestar de sus artistas.
«Sigo pensando que los sellos discográficos, la gente que hace giras, los agentes y managers deberían tener una licencia de conducir para demostrar que están en forma. Así es como se debe tratar a los artistas», afirmó Klas, destacando la necesidad de un cambio sistémico en la industria musical.
La vida de Tim estuvo marcada por constantes giras, consumo de alcohol para calmar sus nervios y una lucha constante con la ansiedad y el pánico. Sus problemas de salud culminaron en episodios de pancreatitis y dependencia de analgésicos, lo que complicó aún más su delicado estado mental. Klas recuerda con dolor las intervenciones necesarias para tratar de salvar a su hijo, momentos que describió como traiciones necesarias.
«No había duda de que debíamos hacerlo, pero llegar a ese punto no es fácil», reflexionó. El documental Avicii: True Stories muestra a Tim aparentemente en paz, disfrutando de la vida lejos de los escenarios. Sin embargo, la realidad de su suicidio añade una nota discordante a su historia.
«Mi esposa y sus hermanos y hermana estaban contentos de que estuviera mejorando en muchos aspectos. Puede sonar contradictorio, pero así fueron las cosas: estaba mejorando», explicó Klas.
La Fundación Tim Bergling continúa su labor para concienciar sobre la salud mental, llevando el mensaje de que los problemas de salud mental pueden afectar a cualquiera, independientemente de su éxito o fama.
