La isla Espíritu Santo, en el Mar de Cortés, en Baja California Sur, es el hogar de una parte de la obra de Cristina Iglesias, una de las artistas más originales de la escultura contemporánea internacional, quien eligió este destino turístico para instalar sus “Estancias submarinas”.
El proyecto llevó cuatro años de trabajo y contó con la colaboración de pescadores, biólogos marinos, ambientalistas y miembros del Instituto de Oceanografía de San Diego, todo ello con el fin de lograr la total convivencia entre arte y naturaleza.
Las obras se encuentran a 15 metros de la superficie marina y trató de recrear una mini ciudad instalada en el fondo del Mar de Cortés, como es conocido el Golfo de California, la cual evoca a la mítica Atlántida.
Se trata de os laberínticas estancias cada una de 36 metros cuadrados y tres de altura, la cual está compuesta por catorce paredes de celosía que está realizada por cemento especial y acero inoxidable que no daña el ambiente y favorece la creación de vida, la idea es que pueda convertirse en arrecife de coral.
Los impulsores del proyecto esperan que la escultura tenga una vida aproximada de 30 años, aunque podía superar los 100, durante todo ese tiempo se irá formando arrecife arenoso y albergar vida marina.
