Cuando el ejército soviético entró en Auschwitz hace exactamente 70 años, hallando pilas de cadáveres y prisioneros moribundos, un soldado ruso tomó en brazos a una pequeña y hambrienta niña de 11 años y la meció con ternura, con lágrimas en los ojos.
Esa niña, Paula Lebovics, que hoy tiene 81 años, no sabe quién era ese soldado pero sigue sintiendo una enorme gratitud hacia él y los demás militares soviéticos que liberaron el campo de concentración el 27 de enero de 1945.
Para ella es una pena que el presidente ruso, Vladimir Putin, no estuviera entre los líderes europeos que celebraron el aniversario de la llegada de los soviéticos. La ausencia del líder ruso se produce en un momento de tensión entre su país y Occidente por las acciones del Kremlin en Ucrania.
Entre los líderes que acudieron al campo están los presidentes de Alemania y Austria, las naciones responsables que han pasado décadas expiando sus pecados, además del presidente francés, François Hollande, y otros. Estados Unidos envió una delegación encabezada por el Secretario del Tesoro, Jack Lew.
Polonia desdeñó aparentemente a Putin, aunque los funcionarios no lo admitirán abiertamente. Los organizadores, el Museo Estatal Auschwitz-Birkenau y el Consejo Internacional de Auschwitz, optaron este año por una forma de protocolo que evita las invitaciones directas del presidente polaco a sus homólogos extranjeros. En su lugar, preguntaron a los países donantes de Auschwitz, entre los que está Rusia, a quién iban a enviar al acto. El Ministerio de Exteriores polaco dijo que Putin podría haber acudido si hubiese querido hacerlo.
La delegación rusa estará encabezada por Sergei Ivanov, jefe de gabinete de Putin.
No todas las acciones de los soviéticos fueron heroicas: Hubo casos de soldados que violaron a mujeres judías que sobrevivieron a los campos de extermino tras la guerra.
En Naciones Unidas, las conmemoraciones previstas para el martes – el Día Internacional de Conmemoración de Holocausto- fueron canceladas por una tormenta de nieve en la ciudad de Nueva York.
Con información de AP