«Mascné», es un término derivado de las palabras mascarilla + acné. Como su nombre lo indica, es un tipo de acné mecánico que se produce por el contacto de los cubrebocas con la piel.
En cualquier lugar público el uso de cubrebocas es obligatorio. Como sabemos, debe tapar nuestra nariz, boca y parte de la barbilla, ajustándose bien a los costados, para protegernos lo más posible.
Sin embargo, con el calor y la humedad, tanto las mascarillas desechables como las de tela, pueden propiciar el surgimiento de acné. Se conoce como acné mecánico y es del tipo que los jugadores de fútbol americano desarrollan por la fricción del casco con su piel.
Si notas que estás teniendo algunos brotes en la barbilla, nariz y alrededor de la boca, puede estar asociado al uso de cubrebocas. Para muchos, esta condición puede afectar emocionalmente, así que antes de aplicarte cualquier producto, lee estos consejos básicos para que la situación no se complique.
Lava tu cara
Parece obvio, pero es un punto clave. Al llegar a casa, retírate el cubrebocas y lava todo tu rostro con un jabón neutro. No hace falta exfoliarte a profundidad o usar productos caros. Agua y jabón son suficientes para retirar la grasa y sudor provocados por la tela. No olvides secarte la cara con una toalla limpia y que solamente uses tú.
Lava el cubrebocas
A menos que sea desechable, lava tu cubrebocas muy bien con agua y jabón, de preferencia sin fragancia, y déjalo secar en un lugar donde nadie lo toque. Si lo traes en el coche, en la bolsa o lo dejas por días tirado por ahí, estás convirtiéndolo en un cultivo de bacterias que van directo a tu piel.
Usa productos suaves con tu piel
Puede que te desespere verte así, pero evita aplicarte productos con alcohol, fragancias, que sean grasosos o muy abrasivos. También evita las mascarillas caseras «naturales», pues algunos alimentos o productos pueden hacer reacción con tu piel y empeorar la situación.
El extracto de caléndula, el té de árbol pueden ayudarte a calmar la irritación y, en menor medida, el ácido salicílico ayudará a secar los brotes.
Evita el maquillaje
Aunque es un mito que causa más acné, el maquillaje en contacto con la mascarilla, aunado a la humedad y la fricción, puede contaminar la tela y causar brotes por la suciedad. Piensa que, al final, estás tapando el 75% de tu rostro ¡y qué mejor forma de ahorrar en una base!
Por último, ten paciencia y no dudes en acudir al dermatólogo si percibes que no hay mejora antes de aplicar algo que pueda afectarte más. Procura que tu cubrebocas sea de algodón o desechable, si es que no puedes lavarlo frecuentemente.