Sin duda bajar unos kilitos siempre es causa de felicidad, pues esta actriz ha ocasionado esto con sus miles de seguidores le aplaudieran por sus logros. La guapa rubia ha confesado ser una adicta a la comida chatarra y dentro de su régimen alimenticio tenia diferentes sueños que la hacían desear más lo que no podía comer.
Drew confesó que cada noche soñaba con «comida basura» y que su lucha por no engordar era una batalla perdida. Pequeñas «adicciones» que la llevaron a presentar una imagen diferente a la que solía lucir en su juventud. Ahora bajó 10 kilos y sorprendió con su nueva figura.
Todo esto sucedió tras haber sufrido depresión postparto al dar a luz a su segundo bebé (en marzo de 2014), Barrymore pasó por un proceso difícil que incluyó un notorio aumento de peso. En ese entonces la actriz se alejó de los reflectores para dedicarse de lleno a ser mamá. «No tuve depresión posparto la primera vez. Pero la segunda vez ya entendí de lo que la gente hablaba. Realmente me sentía mal. Fue todo un reto y me sentí abrumada», contó.
Pero un día despertó con ganas de comenzar una dieta. Y consiguió un aspecto más saludable. Un estricto régimen coreano en el que combinaba comida tradicional asiática y otros alimentos sin grasas saturadas. «He sido muy disciplinada y todo lo que hice fue llorar y soñar con pizza. Todavía estoy soñando y llorando por la pizza», declaró a «Us Weekly».
A los 41 años, la rubia casada tres veces (con Jeremy Thomas en 1994, Tom Green en 2001 y William Kopelman en 2012), este año se divorció de su último marido. Ahora dice no tener intensión, ni presión por «volver a pasar por el altar».