El mundo de la moda enfrenta un nuevo escándalo tras una serie de redadas policiales en los talleres de proveedores de Dior y Armani.
Las autoridades italianas descubrieron que estas prestigiosas marcas estaban utilizando subcontratistas que explotaban a trabajadores migrantes, pagando una fracción ínfima del precio de venta al público por la fabricación de bolsos de alta gama.
En los últimos meses, fiscales en Milán han investigado las prácticas de subcontratación de Dior, una subsidiaria del conglomerado LVMH. Según documentos judiciales, la marca pagó a un proveedor sólo 57 dólares (mil 26 pesos, aproximadamente) para fabricar bolsos que luego se venden por más de 2 mil 780 dólares (50 mil pesos, aproximadamente) en tiendas.
Los jueces encontraron que Dior no había implementado medidas adecuadas para verificar las condiciones laborales o las capacidades técnicas de estas empresas subcontratadas.
Los fiscales encontraron evidencia de que los trabajadores dormían en las instalaciones para poder producir bolsos las 24 horas del día. El consumo de electricidad durante noches y festivos corroboró esta práctica.
Implicaciones para Armani
Giorgio Armani también se encuentra bajo escrutinio. Documentos judiciales muestran que Armani pagaba 99 dólares (mil 700 pesos, aproximadamente) por la producción de bolsos que se vendían por más de mil 900 dólares (34 mil pesos).
Así que los jueces en Milán han ordenado que unidades de Dior y Armani sean colocadas bajo administración judicial durante un año, permitiéndoles operar bajo estricta supervisión.
Esta medida refleja la gravedad de las acusaciones y la necesidad de garantizar el cumplimiento de las leyes laborales.
