El Palacio de Bellas Artes estuvo colmado este lunes de personalidades de la música, la política y el entretenimiento y miles de fans que se dieron cita para decir el último adiós a Juan Gabriel.
Los restos del cantautor partieron de Ciudad Juárez, a la que siempre identificó como su cuna, rumbo a la Ciudad de México para rendirle un emotivo homenaje en el que abundaron las lágrimas, las ovaciones, las dedicatorias y, por supuesto, la música.
Echa un vistazo a la trayectoria del «Divo de Juárez».
Decenas de personas colmaron las calles en torno al palacio de mármol para ver pasar el cortejo, tomarle fotografías, lanzarle flores, besos y algunos versos de las famosas letras del ídolo.
En la explanada del Palacio de Bellas Artes fueron dispuestas pantallas gigantes para que la gente pudiera seguir el homenaje mientras podía entrar a despedirse. Dentro pululaban las coronas florales, sus fotos y el duelo que no cesa. Entre las flores destacaba esta corona enviada por Luis Miguel, descubre por qué.
Después de la 15:00 horas y en medio de una aglomeración que colapsó el tráfico en torno al Centro Histórico de la Ciudad arribó la urna que contiene las cenizas: una cajita de madera con una Virgen de Guadalupe en placa de metal y las iniciales «A A G», de Alberto Aguilera Valadez.
Alrededor de 90 minutos después el mariachi Gama Mil y el tenor Fernando de la Mora inauguraron oficialmente la ceremonia con el éxito «Amor eterno», mientras diversas personalidades montaban guardia de honor en torno a la urna.
Aída Cuevas, el coro de Bellas Artes, Mauro Calderón y Mayela Orozco fueron algunos de los famosos que interpretaron canciones de Juan Gabriel, entre ellas «La diferencia«, «Si quieres«, «Hasta que te conocí«, «Te lo pido por favor» y «Te sigo amando«. La emoción del momento provocó que algunos cambiaran las letras.
La música y las muestras de cariño se prolongaron hasta la noche y las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes anunciaron que el palacio permanecería abierto las 24 horas o hasta que el último admirador hubiera salido.