La aventura en Cheyenne aún no termina. Sin duda nos llevamos una fascinante experiencia de regreso a casa al conerlas joyas más importantes que caracterizan a esta tierra.
El viaje por esta ciudad continúa, y no podíamos dejar atrás la experiencia que te transportará al corazón del Viejo Oeste: el Cheyenne Frontier Days Old West Museum.
Más que un museo es una joya cultural que preserva y celebra la rica historia del oeste americano y el espíritu pionero que definió una era. El museo ha sido un guardián de la historia, albergando una impresionante colección de artefactos que cuentan el pasado de la ciudad y del oeste. Aquí es donde se vive el festival más importante del año con desfiles, rodeos, conciertos y actividades que representan al tradicional Viejo Oeste.
Una vez que concluimos la visita en el museo más emblemático de Cheyenne nos fuimos a probar los deliciosos cortes de carne en The Albany, un restaurante imperdible en el cual los locales aman cenar con amigos y familias desde los años 80. Todo lo que se prepara ahí son recetas únicas y artesanales.
Pero ahí no termina. Cheyenne es además toda una experiencia ecoturística. Los Parques Nacionales definen la belleza del estado de Wyoming, así que decidimos quitarnos las botas y comenzar un viaje en carretera de un poco más de 30 minutos para respirar la belleza natural de Medicine Bow-Routt National Forest.
Ubicado a lo largo de Wyoming y hasta Colorado, este extenso bosque nacional ofrece una asombrosa variedad de actividades al aire libre como senderismo, pesca, montañismo y ciclismo, entre otras opciones de acuerdo con la temporada del año. Nosotros pudimos disfrutar de buen clima veraniego y caminamos por cada parte del bosque obteniendo espectaculares fotografías. Después logramos avanzar hasta el lago Hog Park, donde pudimos contemplar el entorno natural y las diversas actividades al aire libre que ofrece; personas practicando kayak o simplemente acampando.
Para aprovechar que estábamos en carretera avanzamos unos kilómetros más para descubrir la inmensidad de Lincoln Highway, conocida como la “Primera Carretera Transcontinental” de Estados Unidos, un hito histórico que atraviesa la ciudad de Cheyenne.
Ames Monument State Historic Site
Nuestra aventura llegaba al final, pero no sin antes haber explorado el monumento diseñado por el famoso arquitecto Henry Hobson Richardson, Ames Monument State Historic Site fue una parada que sin duda enriqueció nuestro viaje, en donde contemplamos la historia del ferrocarril transcontinental de Estados Unidos.
Ahora sí llegamos al final de esta irrepetible experiencia, pero claro que teníamos que comer algo más y qué mejor que en un tradicional restaurante: Bunkhouse Bar & Grill. Ubicado a las afueras de Cheyenne, este rústico y acogedor establecimiento representa a la comunidad de la zona desde 1930.
Su comida es reconfortante para todos los turistas que llegamos agotados de tanto explorar. Sus platillos incluyen los clásicos del oeste como bistecs, costillas y hamburguesas, todos preparados con ingredientes frescos y locales. Las noches de música en vivo son una tradición en el Bunkhouse, atrayendo a talentosos músicos locales y ofreciendo a los visitantes la oportunidad de bailar y disfrutar de una auténtica experiencia del oeste.
¡Con esta miniguía estás más que listo para sumergirte en la cultura del Viejo Oeste!
