Dagger, mejor conocido como Dog-Vinci, se ganó el corazón de todo el mundo por sus dotes artísticos.
Dog-Vinci, es un hermoso labrador negro de tres años que fue adoptado por Ivonne Dagger una pintora que vive en Long Beach, California y según cuenta la dueña, un día mientras ella pintaba en su estudio, Dagger se le quedó mirando fijamente con la intensión de también querer pintar.
“Un día yo estaba pintando él me miraba y le dije ‘hey, Dagger, ¿quieres pintar’? y su colita comenzó a moverse muy rápido, así que tomé un pequeño lienzo y se lo coloqué en el piso. Le dije ‘empuja’ y comenzó a pintar”.
Tras ese primer encuentro entre Dagger y la pintura, Ivonne descubrió su talento por lo que le creó un pincel especial hecho con un rollo de papel de baño y una cinta para que lo pudiera sostener con sus dientes, le compró pinturas no tóxicas y le proporcionó un lienzo.
Ivonne relata que deja a Dagger pintar lo que él quiera y que después de unas pinceladas, mira fijamente a su dueña para avisarle que quiere más pintura.
Las cuadros que pinta Dagger comenzaron a venderse en 50 dólares, pero tal fue la demanda que hoy en día se cotizan en 200, el dinero que se recauda es donado a una asociación que entrena perros de servicio para la gente con capacidades diferentes.