Si bien el cinturón es un accesorio que puede dar formalidad o ese toque extravagante a un look, también es cierto que su función primordial es dar el ajuste correcto a la prendas en nuestra cintura. Lo que no habíamos visto es una hebilla que se usa sin correa y que sustituye tanto cintos como tirantes.
En los pasillos de INTERMODA nos encontramos con este objeto rectangular expuesto sobre unas paredes minimalistas, y fue Tomás Hernández, parte del equipo español que creó la pieza, quien nos explicó cómo la concibieron.
“Perseguimos el proyecto desde hace unos cuatro años e hicimos su diseño y fabricación en España, además de que tenemos una patente mundial. Se trata de una hebilla que por la parte de enfrente pareciera común, pero en su interior tiene un alma elástica que hace la función del cinturón completo al ceñir la prenda al cuerpo, pero con la liberación de la cintura y sin presionarla”, explica.
El nombre de este objeto de deseo es Buckle Pro, y persigue la experiencia del “easy wearing”. Está disponible en 12 colores, donde se incluyen los tonos primarios en acabado mate; aunque también pensaron en los looks formales donde se necesita el clásico dorado, oro viejo, plata vieja o negro.
El juego no para dentro de la hebilla, ya que está conformada por dos extremos, mismos que se pueden personalizar para llevar combinaciones diferentes. También está disponible en una aleación metálica de zinc y aluminio; aunque trabajan en el próximo lanzamiento de una hebilla de polímero, mucho más ligera e ideal para viajar porque no genera sonido en los arcos de seguridad de los aeropuertos.
Su llegada a México se dio en el marco de la inauguración de INTERMODA, la feria de la industria fashion que en su edición 57 apuesta por la reactivación de la economía en el mundo fashion, con 700 marcas reunidas en Guadalajara.
“Estamos recién desempacados en México y nos parece que esta plataforma es una oportunidad fuera de serie porque nos acerca a clientes potenciales”, dice Tomás a EstiloDF.
Aunque la marca es un hit en Europa, Japón y Nueva York, la apuesta de expansión hacia Latinoamérica es México, donde las piezas se venden por ahora en línea y pronto a través de distribuidores autorizados.
La Buckle Pro arranca desde los 800 pesos, según el color y la colección, con una garantía de años de uso sin que pierda su capacidad de ajuste. “Creemos que es un producto nuevo bien recibido, y aunque en Europa atrapa peculiarmente a los hombres, en el mercado latino sabemos que la sensibilidad hacia lo nuevo y original está más despierto en las mujeres”, concluye Tomás.
¿Ustedes qué dicen, renunciarían a sus cinturones para “ajustarse” a esta nueva tendencia?