Para la nueva entrega de Contando Kilómetros, Alan Estrada conoce a Boris Gallegos, un verdadero fan del Chevrolet Corvette, quien recuerda que “apenas tenía seis años cuando mi abuelo me regaló mi primer Corvette (montable); fue mi primer auto, era blanco, la envidia hasta de los papás de mis amigos en el equipo de beis”.
Para platicar más de su pasión por este auto, Alan sorprende a Boris al llegar por él en el Chevrolet Corvette Grand Sport y lo invita a dar un paseo a bordo del deportivo para luego visitar su barbería favorita para que los consientan.
Camino a la barbería, Boris, quien se desempeña como ingeniero mecánico electricista, además de contar con estudios de aeronáutica, platica que le apasiona conocer el funcionamiento de las cosas.
Con este ojo tan minucioso, Boris comparte: “Del Corvette me fascina su línea aerodinámica, el flujo de aire que va mucho más allá de la cuestión estética. Y después, el sonido tan característico de su motor: grave, robusto, grueso. Le pisas y sabes que siempre puede dar más, por el puro sonido”.
Alan escucha y confirma los dotes del vehículo, del que destaca tanto la experiencia en carretera como en pista. Y siguiendo su instinto curioso, el actor le pregunta a Boris por su parte favorita del Corvette.
“Los fanáticos somos muy celosos cuando los cambios son muy drásticos entre generación y generación, pero con este modelo hicieron todo bien. Trato de pensar y ponerme en el lugar del diseñador. Ya me imagino la nueva generación después de modificarle el centro de gravedad al coche, cambiando de ubicación el motor; me parece que lo que se viene con la nueva generación C8 es una jugada maestra”, confiesa Boris.
Al llegar a la barbería, Boris no pierde detalle del Corvette y le cuenta a Alan sobre sus inicios como aficionado de los autos. “Todos en mi familia somos fanáticos: mi abuelo, mi papá, y hasta mi mamá”.
Boris convirtió su pasión por los vehículos en una forma de vida cuando de manera autodidacta investigaba sobre autos, leía manuales, y más tarde estudió dos carreras que lo llevarían a trabajar con aviones y luego montar su propio taller.
Mientras las tijeras recortan sus barbas, las anécdotas sobre autos fluyen y el entusiasmo de Boris se hace presente, tanto que incluso confiesa que si tuviera que definir con una palabra a Corvette sería “abuelo”, por los gratos recuerdos asociados a ese significativo regalo que le hizo de pequeño.
Para terminar el plácido encuentro, el dúo sale de la barbería para hacerse una foto junto al Corvette y darse una última vuelta para disfrutar de su potencia. Aunque Boris asegura que espera con ansias conocer el nuevo Chevrolet Corvette Stingray 2020, que fue nombrado como el Auto del Año de Norteamérica tanto por sus espectaculares atributos tecnológicos como por ser el primer Corvette en contar con motor central.