Si quieres respirar aire puro, alejarte del bullicio de la ciudad y comer delicioso, ¡entonces tienes que conocer Cubo! A sólo 50 minutos de la Ciudad de México se encuentra un lugar lleno de árboles, helechos, tréboles de cuatro hojas y paisajes impresionantes que te harán volver a conectar con la naturaleza mientras llenas tus pulmones de aire puro y vives una experiencia gastro-endémica única en su tipo.
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Ubicado en el municipio de Santa Ana Jilotzingo, en el Estado de México, Cubo ofrece a sus visitantes la posibilidad de recorrer sus hectáreas privadas de bosque mientras recolectan ingredientes que serán parte de los platillos seleccionados por un chef cinco estrellas que, por cierto, nunca es el mismo: en cada cita hay un chef diferente que crea un menú exclusivamente para ese día en Cubo, con lo que se logra una experiencia única que no volverá a repetirse incluso si vuelves a visitar el lugar más adelante.
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En esta temporada de incertidumbre derivada de la pandemia, cuando las salidas han tenido que disminuir y pasamos casi la mayor parte del tiempo en espacios cerrados solos o con nuestra familia, salir a disfrutar de la grandeza del bosque sin límites es todo un lujo que ahora puedes darte un fin de semana sólo o en compañía de tu familia, pareja o amigos. Eso sí, es importante que sepas que los grupos para cada experiencia son limitados a 20 personas.
El itinerario de Cubo
Al llegar, en cuanto bajes de tu auto sentirás la frescura del bosque rodeando cada parte de tu ser hasta llegar a tus pulmones. Después de pasar por un sendero perfilado por helechos, pinos y oyameles, llegarás a un claro que parece de película; al cruzarlo encontrarás otro pequeño y más estrecho sendero, y a unos pasos la casa de Cubo. Con mesas largas para compartir con todos los participantes, o dobles si buscas algo un poco más privado, el punto de reunión se alza en medio del bosque con la barra y la parrilla como protagonistas, ahí es donde el chef invitado en turno preparará la comida de 5 tiempos después de la caminata.
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La experiencia se lleva a cabo de 10:30 a 16:30hrs, así que al llegar lo primero que te recibirá será una ronda de bebidas calientes (cafe o té) acompañadas de pan dulce para ayudarte a entrar en calor y acoplarte al aire fresco del bosque.
Tradición otomí en cada paso
Ya que Cubo se encuentra en la reserva otomí se han implementado un par de actividades grupales inspiradas en las tradiciones de la cultura nhanhu, con las que se pretende transmitir un poquito de su riqueza y conocimiento a los asistentes. Para ello se empieza con el ritual al Abuelo Viejo, que consiste en ofrecer un leño con una intención positiva para prender el fuego con el que se cocinarán los alimentos. Una vez hecho este ritual ahora sí ¡llega el momento de recolectar hongos!
Justo ahora son días lluviosos, lo que significa que es temporada de hongos. Guiados por Roberto Lingard, dueño del lugar, podrás explorar el bosque y recolectar casi toda clase de hongos en una caminata de dos horas. No te preocupes por cuáles son comestibles o no, al final Roberto te explicará cuáles se pueden comer. Recuerda que estos serán parte de la comida.
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En medio de la caminata se realiza el segundo ritual, esta vez a la Abuela Vieja, que representa la naturaleza, agradeciendo por su generosidad y todo lo que provee.
Al regresar sólo tendrás que esperar unos minutos para empezar a disfrutar de los deliciosos platillos y cocteles diseñados exclusivamente para ese día. Hablando de cocteles, son diseñados y preparados por Fifty Mils tomando en cuenta el menú del chef. Creaciones que no vas a encontrar en otro lado, ni siquiera en el bar del Hotel Four Seasons.
Nosotros disfrutamos del menú del chef Raúl Valencia de Pahüa, quien nos dejó sorprendidos con cada platillo. La mayoría con los hongos como ingrediente principal.
Una historia con causa detrás de Cubo
«El concepto de experiencias gastro-endémicas surgió cuando llegué a esta zona y empecé a buscar maneras de ayudar a la comunidad de una u otra forma. Justo llegué en temporada de lluvias y empecé a ver que las personas que trabajaban en distintos oficios en temporada de lluvias dejaban su trabajo para irse al monte a recolectar hongos. Es una actividad que hacían los hombres normalmente, salían de sus casas a las 3:00am más o menos, subían al cerro caminando a oscuras, llegaban a la punta y buscaban hongos para regresar como a las 2:00pm y dárselos a sus esposas, quienes bajaban a esa hora a la Ciudad de México en transporte público para ir a los mercados, como el Mercado de San Juan, de Jamaica, de Sonora, en donde escogían el producto y lo regateaban». nos cuenta Roberto en nuestra visita a Cubo.
Al descubrir cómo funcionaba su procesos para vender hongos, Roberto quiso hacer algo para ayudar a los locatarios, y gracias a que conocía a varios chefs de renombre de la ciudad hizo un trato para que los recolectores pudieran salir beneficiados. Y aunque al principio le costó trabajo ganarse la confianza de la comunidad, poco a poco empezaron a trabajar juntos. Roberto les compraba todo el producto al triple del precio en que lo vendían, lo subía a su camioneta y le comenzó a surtir a grandes restaurantes de renombre de la Ciudad de México, como el Quintonil.
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Al surtirles diario se formó un bonita amistad entre Roberto y los chefs de los restaurantes, quienes comenzaron a visitar lo que ahora es Cubo para pasar una tarde agradable recolectando hongos y cocinando entre amigos. «Así estuve mucho tiempo, como cinco años, hasta que un día pensé que tal vez pudiera haber gente a quien le interesara disfrutar estas experiencias. Así abrí Cubo con el chef Diego Niño en abril de 2019«.
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En un principio la experiencia era sólo para turistas a través de Airbnb Experiences, además de que siempre se tenía un mismo menú de degustación; sin embargo, ahora está abierto para todo aquel que quiera pasar un momento agradable, aprender un poco de la cultura otomí, vivir aunque sea unas horas la belleza del bosque, recolectar hongos y disfrutar de un menú diferente en cada fecha programada.
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Vive la experiencia Cubo
Si quieres vivir esta experiencia gastro-endémica puedes revisar el calendario que ya tienen programado y que comparten en su cuenta de Instagram para conocer las fechas y el chef que estará en cada una de ellas, y así apartar tu lugar. Además, si te gustaría vivir esta experiencia sólo con tus amigos o toda tu familia, puedes organizar una experiencia en privado y acordar la fecha. Recuerda que hay horarios limitados y número de asistentes también, para seguir cuidando de la salud de todos.
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Todas las reservaciones se hacen con un mínimo de 48 horas antes y el lugar es pet friendly, así que puedes llevar a tu mascota sin ningún problema, estamos seguros que también va a disfrutar el recorrido en el bosque.
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¿Listo para disfrutar de una experiencia única en su tipo cerca de la CDMX?
