¿Alguna vez pensaste que una tina llena de hielos podría darte una nueva perspectiva de la vida? Esta experiencia que dura sólo unos pocos minutos es algo que sí o sí debes hacer al menos una vez en la vida. Recientemente esta práctica se ha vuelto tendencia en redes sociales. Pero a pesar de que parece uno más de los locos challenges de la generación Z, el sumergirse en agua helada trae muchos beneficios para la salud.
Entrar en una tina helada puede sonar una idea descabellada, más si eres una persona friolenta. Y quizá te preguntes por qué alguien quisiera hacerlo de manera voluntaria. Según a quién le preguntes, te dará una respuesta diferente, pero todos van a coincidir en que es algo que tienes que vivir para entender.
Una experiencia única nacida del amor a las ballenas
Esta práctica inmersiva está basada en el Wim Hof Method. Este método fue desarrollado por el atleta holandés Wim Hof, y combina la respiración, la terapia de frío y el compromiso, con el objetivo de ayudarte a conectar contigo mismo y con tu cuerpo. Pero ¿cómo llegó desde Holanda a tierras latinoamericanas?
La abogada Begoña García fue quien trajo el Wim Hof Method a la Ciudad de México con ‘El Club del Hielo’. Aunque actualmente disfruta mucho de compartir sus conocimientos, cuando decidió certificarse en esta técnica tenía un objetivo completamente diferente: poder nadar con ballenas.
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Lo que vivirás al sumergirte en una tina llena de hielos
No creas que inmediatamente entrarás en el agua. Esta experiencia es todo un proceso que debes vivir con calma y sobre todo de manera muy consciente. Lo primero es aprender a controlar tu respiración. En ‘El Club del Hielo’ te enseñarán a respirar desde el diafragma. Primero lo harás fuera del agua, y cuando domines la técnica será el momento del frío.
El shock que sentirá tu cuerpo debido al cambio de temperatura te hará querer salir corriendo, pero justo eso es lo que no debes hacer. Deberás concentrarte en controlar la respiración, y durante tres minutos serás realmente consciente de cada parte de tu cuerpo.
Una vez que lo logres te darás cuenta de que eres capaz de superar cualquier adversidad, que tú eres la única persona que se pone límites y que sólo tú puedes superarlos; que sólo saliendo de tu zona de confort y atreviéndote a hacer lo que nunca pensaste, es la única manera en la que podrás crecer.
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Científicamente está comprobado que esta experiencia fortalece tu sistema inmunológico y te proporciona gran energía. Además, el impacto en el cuerpo por el frío puede mejorar y desarrollar la memoria, el enfoque cognitivo y el bienestar, ya que se liberan grandes cantidades de noradrenalina y dopamina.
