Conocida por ser la capital de Wyoming y tener una ubicación privilegiada entre los bordes de Colorado y Nebraska, Cheyenne es una pequeña y pintoresca ciudad en la que vivirás una experiencia al estilo western.
Viajar a este lugar es sentirse en el Viejo Oeste, así que ponte tus botas y viaja con nosotros a este ancestral sitio.
Descubre la mejor guía turística para no perderte nada
Antes que nada te recomendamos programar dentro de tu itinerario un día para viajar, además así podrás descansar antes de que empiece la aventura. La opción uno es llegar a Denver, Colorado, y después manejar hacia Cheyenne aproximadamente una hora y media, o bien tomar un vuelo de Denver a Cheyenne en el que prácticamente volarás por 20 minutos.
Al llegar a Cheyenne te sorprenderás con la amabilidad de las personas: les puedes preguntar absolutamente todo y de alguna manera te ayudarán a solucionarlo; desde el mesero hasta el personal de los museos estarán más que contentos de dar la bienvenida a todos los turistas.
Mort’s Bagels
¡Hora de desayunar! Por ser uno de los favoritos de los locales y estar ubicado en el centro de la ciudad, Mort’s Bagels fue nuestra primera opción, ideal para desayuno o lunch en el que degustarás esponjosos y frescos bagels de diferentes sabores hechos diariamente.
Cheyenne Depot Plaza
Ahora sí llegó el momento de caminar por las calles de Cheyenne. Después de haber disfrutado de un icónico bagel y café nos dirigimos hacia Cheyenne Depot Plaza, el corazón del centro de la ciudad. Es un espacio abierto y acogedor, ideal para relajarse, pasear y disfrutar del ambiente de la ciudad.
Como referencia, busca las gigantescas botas vaqueras de dos metros de altura con diferentes diseños, que además se encuentran esparcidas por todos los lugares emblemáticos de Cheyenne. Si prestas mucha atención podrás verlas en muchos rincones de la ciudad.
Una vez que caminamos y nos tomamos algunas fotos visitamos el Cheyenne Depot Museum. Este museo, ubicado en la histórica estación de tren de Cheyenne, está junto a la plaza. Ofrece exposiciones sobre la historia del ferrocarril en la región y su impacto en el desarrollo de la ciudad.
The Wrangler
Por supuesto que las compras no podrían faltar. The Wrangler es una tienda única y especial que durante décadas se ha caracterizado por sus diseños de botas, ropa y accesorios vaqueros. The Wrangler se ubica a un costado de la famosa Depot Plaza. Su edificio se remonta a 1892, lo que añade un toque histórico a su presencia en el centro de la ciudad.
The Wrangler ofrece una variedad de botas de cuero para hombres y mujeres, perfectas para cualquier ocasión. Los sombreros, disponibles en fieltro y paja, vienen en distintos estilos y colores, asegurando que encuentres el accesorio ideal para tu look.
The Wrangler ha sido un pilar en la comunidad de Cheyenne, apoyando eventos locales y contribuyendo a la preservación de la cultura y tradiciones del oeste.
Después de recorrer estos lugares tienes que darte un break para comer. Entre los lugares que seleccionamos están los siguientes:
Paramount Cafe
Que a tu viaje no le falte el emblemático y acogedor Paramount Cafe, un lugar que ha conservado el encanto del histórico edificio Paramount que data de 1904. Esta cafetería vintage tiene un menú variado: incluye tés, jugos y batidos, así como su fantástico café tostado; nosotros decidimos probar el famoso espresso, que tiene una combinación de granos de Colombia y Brasil. Como opciones sin cafeína, también probamos un bubble tea con perlas de tapioca que nos dejó un dulce y refrescante sabor.
Railspur
Y para cerrar este día con broche de oro fuimos a Railspur, un bar moderno en donde vimos pasar los trenes mientras degustábamos deliciosos cocteles de autor. Por cierto, no te puedes ir sin preguntarle al bartender las opciones de la casa, aunque hemos de confesar que nuestro preferido fue el red beet Margarita. Además, Railspur es muy recomendable para los amantes de la cerveza.
La vida en el Viejo Oeste es una gran experiencia cultural y gastronómica que disfrutamos vivir cada momento, ¡y Cheyenne se llevó nuestro corazón!
