La familia Cosío, a través de la fundación Regalamos Sonrisas, organiza una posada de recolección de juguetes para niños necesitados
Llevan ya 12 años de regalar muñecas, pelotas, cochecitos y figuras de acción a pequeños de escasos recursos, a quienes han hecho felices gracias al apoyo de amigos y familiares, quienes se han unido a la causa para alegrar la Navidad de cientos de niños.
Y aunque la donación empieza desde principios de mes, uno de los métodos de recolección más divertidos es la ya tradicional posada en casa de la familia Cosío, donde cada invitado aportó un juguete más para la causa.
La piñata, el ponche y los antojitos mexicanos fueron los ingredientes principales de la fiesta, en la que también hubo DJ. “Lo mejor de todo esto es darnos cuenta que los pequeños detalles son los que hacen la diferencia. Los niños que reciben estos regalos los aprecian muchísimo sin importar la marca o el diseño porque son inocentes y lo que quieren es jugar”, nos contó Marimar Cosío.
La fundación se creó a partir del quinto año de iniciado el movimiento, en el que ta mbién regalan comida antes de la Nochebuena en hospitales como el de niños quemados de Tacubaya, el Hospital General de La Villa y una casa hogar para niños con VIH.