Hace unos años Cameron Diaz tomó la decisión de alejarse de la pantalla grande y de la actuación, dejando a sus fans con inmensas ganas de seguir admirando su belleza, carisma y talento tan distintivos, como lo hizo ver en su última aparición en 2014 como la señorita Hannigan en ‘Annie’.
Esta semana la actriz habló sobre su decisión de dejar de actuar, en el podcast ‘Rule Breakers’ de Michelle Visage, en cual confesó que retirarse de la actuación le ha traído la tranquilidad de despreocuparse por su aspecto físico, el cual constantemente debía cuidar debido a la exigencia social: “Soy absolutamente una víctima de toda la objetivación y explotación social a la que están sometidas las mujeres. Yo misma me he creído todo eso en ciertos momentos”, reveló.
Para Cameron representó un reto no compararse con sus compañeras de la industria del modelase y la actuación: “Es difícil no mirarse a sí misma y juzgarse con otros estándares de belleza, y creo que esa es una de las cosas más importantes”.
De este modo, la actriz reveló lo dura que fue con ella misma durante algunos años: “Los últimos ocho años, chica, soy como salvaje. Soy como un animal salvaje, como una bestia. Empiezas a destrozarte a ti misma, ya sabes. Y te dices: ¿Por qué estoy aquí sentada, siendo tan mala conmigo misma? Mi cuerpo es fuerte, mi cuerpo es capaz. ¿Por qué voy a hablar mal de él? ¿Por qué voy a ser mala con él cuando me ha llevado hasta aquí?’.
Actualmente el proyecto de Cameron es su marca de vino ecológico ‘Avaline Wine’, abriéndose las puertas en el mundo empresarial. A poco tiempo de cumplir 50 años, la actriz ya ha dejado atrás los prejuicios y las exigencias de verse perfecta y se ha sumado a las bellezas reales: «No dedico nada de tiempo a mi aspecto. Nunca hago nada, ni siquiera me lavo la cara».
Indudablemente una de las cosas más enriquecedoras es cuando nos atrevemos a mostrarnos tan reales y somos amables con nosotros mismos, tal como Cameron lo hizo, derrumbando estándares de belleza.