En pleno siglo XXI todavía nos sorprende que existan campañas que pongan el foco en los cuerpos perfectos y llenos de Photoshop. No estamos acostumbrados a ver personajes al natural, ya que los cuerpos esveltos (90 -60 – 90) y musculosos son nuestro prototipo de comparación. Pero las marcas están cambiando este estereotipo, incluyendo en sus campañas personas con cuerpos reales. Es decir, sin retoques, sin ajustes, con manchas, estrías, flacidez entre otras características naturales del cuerpo humano.
Victoria’s Secret ya se había unido a esta nueva forma de comercializar sus productos eliminando el famoso desfile de sus «Ángeles», sumándose a la causa con una campaña inclusiva, apostando por la diversidad con modelos de tallas grandes, de color e incluso con el colectivo transexual.
Fue la estadounidense Ali Tate Cutler quien protagonizó el nuevo proyecto de la reconocida marca y se convirtió en un referente del trabajo que adelanta para dejar atrás los estereotipos. Con una talla 44, la modelo se mostró en sus redes sociales encantada con el hecho de haber sido elegida para posar con una marca que “idolatraba” cuando era adolescente, y celebró que la firma haya tomado otra dirección. “¿Creo que soy la primera modelo con una talla 44 en Victoria’s Secret? Esto supone un gran paso en la buena dirección para los cuerpos”, escribió junto a una imagen en la que luce un body negro de encaje.
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Asimismo, May Lifschitz, una modelo transexual danesa, compartió con su compañera la ilusión de participar en esta campaña. Aseguró en sus redes sociales sentirse “liberada” con este proyecto. “Estoy muy agradecida por haber tenido la oportunidad de compartir y me siento muy afortunada de ser parte de este gran proyecto. Al expresar la vulnerabilidad creo que podemos ayudarnos mutuamente a ser seres femeninos más fuertes”, añadió .
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Por medio de sus redes sociales, Victoria’s Secret presentó la campaña de primavera 2021 de la colección con la etiqueta #BluebellaForVS, y que protagonizaron, además de Tate, otras modelos de diferentes tallas como Jasmine Tookes y Barbara Palvin, de tallas grandes.
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Con esta campaña la marca buscó recuperar aquellas clientas que no se sentían representadas por los Ángeles que presumían tener la medida perfecta del 90-60-90.
Por otra parte, destaca el cambio de estilo de la ropa de lencería por el que ahora apuesta la firma. Las modelos lucen unos conjuntos en tonos nude y rosa que se alejan visiblemente de los diseños sugerentes, repletos de encaje y transparencias que han caracterizado a Victoria’s Secret. Este cambio se traduce en piezas que actúan como una “segunda piel” y que se adaptan a todo tipo de cuerpos que están representados en las imágenes promocionales.
Recientemente no sólo hemos visto ropa interior, sino una línea de trajes de baño en diferentes colores, tallas y modelos con los que la firma muestra como elemento esencial sentirte muy cómoda y segura de ti misma.
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Ahora esperemos que Victoria’s Secret recupere su target y demuestre, de una vez por todas, que este cambio de estilo es real y no sólo una estrategia más para hacer frente a las críticas que la han perseguido desde los últimos años.
