La boda entre Barbara Palvin y Dylan Sprouse se llevó a cabo en la propiedad de los padres de la novia, Harlekin Birtok, y aunque de inicio se pensaba organizar una celebración pequeña, acabaron con 115 invitados, pues “hay mucha gente que nos importa y los queremos a todos ahí”, confesó la modelo para Vogue.
La pareja, una de las más estables del medio y además una de nuestras favoritas, se conoció hace poco más de seis años, cuando la modelo de Victoria’s Secret se metió en la fila delante de Dylan e intercambiaron un par de frases no del todo amigables, pero tampoco groseras. La espontaneidad de Barbara le dio curiosidad a Dylan, quien no dudó en escribirle a través de Instagram, aunque no obtuvo respuesta.
Después de algunos meses la modelo no pudo resistirse a sus encantos y le respondió. En enero de 2019 ya vivían juntos, y el resto es historia. Hoy ya son marido y mujer.
La pareja se comprometió en septiembre del año pasado cuando Dylan le pidió matrimonio mientras iban de campamento en California. Desde ese momento, Barbara y su hermana Anita comenzaron a planear los detalles de la boda, pues desde pequeñas han sido cercanas a estos temas, ya que la propiedad de sus padres, en donde se realizó la boda de Barbara, ha servido en varias ocasiones como venue para ceremonias nupciales.
Para el gran día, Barbara eligió un vestido de Vivienne Westwood atemporal que definitivamente resaltó sus rasgos delicados y la hizo ver cómo toda una estrella de cine. Para complementar su look llevó joyería de Tiffany & Co. con inspiración de los años 90.
Más de un vestido de novia
Pero eso no fue todo, pues la modelo de 29 años lució dos diseños más para el gran día. Uno de Philosophy di Lorenzo Serafini, que la hizo sentir como una princesa moderna y le dio comodidad para bailar toda la noche, y un vestido rojo de la marca húngara MERO para seguir con la tradición de sus raíces.
Todos los diseños los acompañó con zapatos de Jimmy Choo a la medida para combinar a la perfección con cada vestido.
En cuanto al novio, Dylan optó por llevar un tuxedo negro tradicional al igual que los pajes.
Para las damas de honor, Barbara eligió una paleta de colores pastel. Cada dama tenía la libertad de elegir el tono que más le gustara y con el que se sintiera más cómoda y fiel a su estilo personal.
La pareja se casó en la iglesia de Albertirsa, en donde contrajeron matrimonio los padres de la modelo. Y aunque fue una boda de ensueño, planean tener otra celebración en California. Si está fue la “sencilla”, no podemos esperar para ver cómo será la boda a lo grande.