El pasado jueves, 16 de enero, Justin Baldoni presentó una demanda contra Blake Lively, su publicista Leslie Sloan y su esposo Ryan Reynolds, acusándolos de difamación, invasión de privacidad, extorsión civil y otros cargos.
La demanda alega que Lively, de 37 años, ha tratado de posicionar a Baldoni, de 40 años, como el “villano de la vida real” para desviar la atención de lo que la demanda describe como su “torpe” promoción de la cinta.
A través de un comunicado emitido por su equipo legal, Lively respondió con firmeza a lo que calificaron como una táctica “desesperada” de Baldoni y su estudio, Wayfarer Studios.
“Este último intento de Justin Baldoni y Wayfarer Studios es un capítulo más en el manual del abusador. Es una historia antigua: una mujer presenta pruebas concretas de acoso sexual y represalias, y el abusador intenta invertir los roles de víctima y agresor. Esto es lo que los expertos llaman DARVO: Negar. Atacar. Revertir el rol de víctima y agresor”, señaló su equipo.
Además, el comunicado destacó que Wayfarer Studios habría utilizado sus recursos financieros para desacreditar las acusaciones de Lively, al tiempo que intentaban trasladar el foco hacia ella y no hacia Baldoni.
Un conflicto que comenzó en el set
De acuerdo con Baldoni, los desacuerdos entre ambos se remontan a mayo de 2023, cuando iniciaron las grabaciones de It Ends With Us. Según su demanda, Lively intentó tomar control creativo de la producción, alejando al elenco de Baldoni e imponiendo su visión sobre el proyecto.
La demanda también menciona correos electrónicos intercambiados antes del rodaje, donde Baldoni asegura que Lively expresó inicialmente “gratitud” por su preparación, pero que más tarde adoptó una “estrategia de toma de control”.
Entre las acusaciones más curiosas, Baldoni alega que Lively no leyó la novela original y, en cambio, “buscó en Google el color del cabello de su personaje”.
Por su parte, el equipo legal de Lively asegura que las pruebas presentadas demostrarán lo contrario: que los desacuerdos creativos fueron secundados por Sony, quien respaldó la visión de Lively, y que el filme finalmente se convirtió en un éxito gracias a ello.
Baldoni contraataca
El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, emitió un comunicado en el que asegura que cuentan con “evidencia abrumadora” que desmiente las acusaciones de Lively. “Blake Lively y su equipo han intentado destruir a Justin Baldoni, su equipo y sus compañías mediante la manipulación de información y la difusión de datos falsos a los medios”, señaló Freedman.
El abogado añadió que Baldoni y su equipo están dispuestos a presentar mensajes de texto, correos electrónicos y otros documentos que, según ellos, demostrarán que las acciones de Lively fueron intencionales y maliciosas.
Con $400 millones en juego y acusaciones que tocan temas como el acoso sexual, la manipulación mediática y la lucha por el control creativo, este caso será uno de los conflictos legales más comentados de Hollywood en 2025.