Las fresas no sólo son deliciosas, son el alimento que te permite tener una piel perfecta, sana y bella. Puedes comerlas o aplicarlas directo a tu rostro y verás los resultados desde el primer día. Te decimos cuáles son los beneficios que puedes tener al añadir este ingrediente en tu rutina de belleza.
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Si quieres un rostro perfectamente humectado (sin llegar a graso) entonces machaca un par de fresas y mezcla con miel y un poco de leche. Aplica la mascarilla en cara y cuello y verás los resultados en 20 minutos.
Olvídate del efecto bronceado si has quemado mucho tu piel por los rayos del sol, si te gusta mantener tu color natural, las fresas son un blanqueador natural. La solución es fresa, aceite de oliva y jugo de lima o limón, aplica dos veces a la semana por 15 minutos. ¡Mucho cuidado pues debes hacerlo sólo por las noches por el jugo del cítrico, pues puede manchar tu piel!
Dile adiós a las líneas de expresión y mantén más tiempo el colágeno intacto, bastará que te hagas una mezcla de fresas licuadas con 50ml de agua de rosas, deja enfriar por un día y lava tu cara diario con este líquido cada mañana. Si haces mucha mezcla, asegúrate de que no pasen diez días para usarla, pues ya no servirá en ese entonces.