Este domingo a las 11 de la mañana, tiempo de México, la Selección Azteca se enfrentará a Holanda para conseguir su pase a los cuartos de final del Mundial Brasil 2014.
Como si la avenida Aboliçao y la misma costera fuera la mismísima calzada de Tlalpan, era posible ver a cientos y cientos de mexicanos que buscaban la manera más rápida, barata y eficaz para llegar al Estadio Castelao.
La necesidad era mucha y las opciones muy pocas, ya que los taxis querían cobrar más de lo habitual, emulando a sus colegas que trabajan afuera del Auditorio Nacional, Palacio de los Deportes y otros recintos, y muchos ya no estaban dispuestos a gastar más dinero tras casi 20 días en Brasil.
Además, el hecho de tomar uno no garantizaba que los dejara cerca del estadio, sino a una distancia no menor de 3 kilómetros, los cuales tenían que ser recorridos a pie o en su caso en una bicicleta colectiva, en la cual, además de pagar 4 reales, tenían que pedalearle con muchas ganas.
Los autobuses del servicio transporté público tampoco son la mejor opción, aunque sí son más baratos, pero la parada más cercana al inmueble tampoco no es nada cercana, además de que están expuestos a los carteristas.
Muchos sufrieron, pero ya están en el estadio Castelao, donde no solo quieren ser testigos de la historia futbolística de la Selección Azteca, sino ser parte fundamental con su respaldo incondicional.