Laura Flores, la actriz mexicana que conquistó corazones en las telenovelas de los años 80 y 90, ha demostrado ser mucho más que una cara bonita en la pantalla. A lo largo de su carrera ha transitado por una evolución que la ha llevado de la fama en la televisión a un papel destacado en la defensa de la familia y los valores.
Conocida por su trabajo en producciones como «El alma no tiene color», «Gotita de amor» y «Corazón salvaje», Flores se ganó el cariño del público con su talento y carisma. Pero más allá de la televisión, su vida ha estado marcada por decisiones que reflejan su compromiso con causas que considera esenciales.
En la última década, la actriz ha sido una defensora de la adopción. Madre de cuatro hijos, dos de ellos adoptados, ha utilizado sus plataformas para desmitificar el proceso de adopción y fomentar una cultura de inclusión y amor incondicional.
“La adopción es un acto de amor que trasciende cualquier barrera. He aprendido tanto de mis hijos y ellos me han enseñado a ver el mundo con otros ojos”, ha compartido en diversas entrevistas.
Por amor a su familia
Además de su papel como madre, Laura ha incursionado en el activismo colaborando con organizaciones que apoyan a las familias en situación de vulnerabilidad. Ha sido portavoz de campañas de concienciación sobre la importancia de la educación y la salud infantil, demostrando que su influencia va más allá del entretenimiento.
En 2019, Laura sorprendió a muchos al regresar a la música, una faceta que había dejado en pausa. Con un álbum lleno de baladas y rancheras rindió homenaje a sus raíces mexicanas y recordó a sus seguidores que su talento también abarca la interpretación musical.
“La música siempre ha sido una parte esencial en mi vida. Volver a cantar es como regresar a casa”, declaró en el lanzamiento de su disco.
Laura Flores también ha explorado nuevas plataformas, incluyendo las redes sociales y YouTube, donde comparte su vida diaria, consejos de maternidad y reflexiones personales. Además de su pasión por el deporte, en especial el yoga, actividad que le permite relajarse.
Laura continúa trabajando tanto en proyectos de televisión como en “¿Quién es la Máscara?”, o publicando temas musicales. Es vista como un ejemplo de versatilidad y resiliencia en la industria del entretenimiento.
Su trayectoria demuestra que con pasión y compromiso es posible reinventarse y encontrar nuevos propósitos. Así, con más de cuatro décadas en el medio, Laura Flores sigue siendo una figura querida y respetada.