Mientras algunas famosas usan filtros y modifican sus fotografías para lucir mejor, la diva británica Adele utiliza sus redes sociales para mostrarse al natural, sin una gota de maquillaje.
En el pasado ya lo hacía esporádicamente, pero desde que presumió en 2020 su nueva imagen con hasta 50 kilos menos, posa sonriente y demuestra cómo a los 33 años goza de la decisión de cambiar sus hábitos para tener una vida más saludable.
En 2018, tras el nacimiento de su hijo, Angelo Adkins, fruto de su relación con su ex esposo Simon Konecki, la cantante temió por su vida. Declaró entonces que en su juventud fumaba en promedio 20 cigarros al día, por lo que supo que si continuaba con ese hábito “moriría de una enfermedad relacionada con el tabaco”, dijo al diario The Mirror.
Tras su divorcio, la 15 veces ganadora del Grammy desapareció un tiempo de la luz pública, hasta reaparecer en 2020 con unas fotos donde pocos de sus seguidores la reconocieron. Más delgada y sonriente, la cantante bajó de peso drásticamente, aunque de manera paulatina, según explicó tiempo después el equipo médico que estuvo a cargo de su cambio.
La sonrisa y la piel sana que ahora presume en sus redes sociales son parte de los resultados de una alimentación específica, ya que la cantante sigue la dieta sirtfood, que incluye proteínas sirtuinas, las cuales influyen en la capacidad del cuerpo para quemar grasa, estimular el metabolismo y mantener los músculos mientras se pierde peso.
Col, fresas, cebolla, aceite extra virgen y chocolate negro son algunos básicos de este régimen alimenticio, bajo el cual se preparan platillos con ensaladas, pescado y más.
Los creadores de la dieta de Adele explican que las sirtuinas hacen que las células sean más sensibles a la insulina, lo que significa que pueden eliminar la glucosa del torrente sanguíneo más fácilmente.
El ingrediente más importante de la dieta de la británica es sin duda la voluntad, y si el resultado es tan positivo para su salud y para que se sienta más segura y en comunión con su hijo, entonces aplaudimos que nos demuestre que el maquillaje no es necesario cuando la felicidad “ilumina” el rostro de otra manera.