Angélica Vale está cumpliendo sueños: primero logró formar parte de los 90’s Pop Tour como una más de las JNS y, después, presentó Las Angélicas Show, un espectáculo junto a su madre con música, comedia y anécdotas. Lo que más sorprendió a sus fans fue que la actriz y cantante bajó 20 kilos, ¡y se ve fabulosa!
“La Vale”, como es conocida, le platicó a la prensa que no se trataba de magia ni nada, simplemente está sometiéndose a un tratamiento con una doctora que le enseñó a comer balanceadamente, más el ejercicio que hace y los duros ensayos que realiza para Vaselina, la obra en que la que participa.
«Sí fue un todo, pero ya regresé a ser yo. También tuve un problema hormonal, y por fin una doctora le atinó, por lo que empecé a bajar. He perdido como 20 kilos. Sí me cuido, pero también tengo una aplicación que me ayuda a medir calorías. Tampoco le doy el dedazo al pastel todos los días», explicó.
La protagonista de La fea más bella negó que se haya sometido a una cirugía para perder peso, como un bypass o una manga gástrica, y aseguró que su problema tenía que ver con su salud, por lo que su ginecóloga le dijo: «Te tengo que bajar de peso antes de que llegues a tus días difíciles de la menopausia».
La lucha de Angélica Vale con su peso
La actriz recordó que el bullying por su peso comenzó cuando protagonizó junto a Aracely Arámbula, Michelle Vieth, Laisha Wilkins e Irán Castillo la telenovela Soñadoras (1998), porque al compararla con sus compañeras se veía un poco más robusta; sin embargo, reconoció que el hecho de que su personaje se enfrentara a la bulimia le ayudó a entender por qué se sentía gorda al lado de sus amigas.
«Si se fijan, si ven mi historial de fotos, me empezaron a decir gorda por el personaje que tenía en Soñadoras. No soy la más flaca del universo, pero gorda nunca fui, hasta que tuve a mi segundo hijo», dijo.
En agosto de 2014, Angélica anunció que se había convertido en madre por segunda vez, ahora de un niño al que nombró Daniel Nicolás. Después de dicho embarazo, la actriz vivió su etapa con más sobrepeso, por lo que le ofrecían papeles de mamá con hijos mayores.
«La verdad que cuando más gordis estuve fue cuando tuve a Daniel, recuerdo que regresé a trabajar y lloraba con Morris Gilbert y le decía que cómo era posible que me quedara la ropa del embarazo, pero él me dijo que viera la respuesta de la gente, que a ellos les importaba mi talento, o mi peso; entonces, me relajé, pero sí era un problema de salud», contó.
Sin embargo, también afirmó: «Curiosamente, cuando más gorda estuve, más querida me sentí, por eso yo creo que me tardé tanto en bajar de peso».