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Alejandro Sanz, Vive a plenitud

por: Rodrigo Araiza

 

Estrena Sirope, su nuevo disco

Cuando nos sentamos a platicar con Alejandro Sanz, quien visitó nuestro país para promocionar su nuevo álbum Sirope (una especie de jarabe), el músico español pronosticó que el Real Madrid llegaría a la final de la Champions League para enfrentarse al Barcelona y coronarse. Erró.

Pero en lo que no se equivoca es en la forma de hacer música, con su propio estilo. Sanz prefiere grabar la voz a solas, siendo su propio director, y no por arrogancia, sino porque es la forma más ágil que encontró.

Con 13 temas inéditos, Sirope muestra a un Alejandro más apegado a sonidos como el soul, funk y R&B, los cuales experimenta cuando a menudo se reúne para improvisar con algunos de sus colegas y amigos como Álex, de Maná, Juanes o el mismo Lenny Kravitz.

Acercándose al medio siglo de vida, el intérprete de “Amiga mía” vive de manera más plena, dedicándole tiempo a lo que realmente importa, una gran lección que le dejó su maestro y amigo Paco de Lucía. Hoy, con una nueva placa musical, Sanz nos cuenta cómo es lanzar al mercado su décimo álbum de estudio.

Sirope es tu décimo álbum de estudio, ¿qué te emociona después de haber sacado antes otros nueve?

A mí me gusta la música, amo hacerla todo el tiempo, y lo que más disfruto es la parte de composición y grabación en el estudio; de hecho me paso 14 ó 15 horas al día exclusivamente concentrado en grabación y composición. Me gusta hacer música, si no vendiera ni un disco seguiría haciéndola aunque sólo fuera por el placer de crearla.

Dices que el sirope endulza y cura, ¿a ti qué te endulza y qué te cura?

La música, desde luego, mis hijos también, mi familia, mis amigos y la gente que quiero; también un buen partido de futbol que gane el Real Madrid y las buenas vistas.

¿Cuáles son los ingredientes de tu propio sirope?

Tiene que ver mucho con las emociones, las esperas, los suspiros que nunca dejé escapar, las veces que llamé a la persona que quise, pero también con el pasito de baile cuando nadie te ve en el ascensor; con todo eso haría un sirope.

De los 13 temas uno es un dueto, ¿por qué elegiste a Juan Luis Guerra?

Nos elegimos mutuamente. Hace mucho tiempo quedamos en hacer algo juntos y me pareció que era una buena oportunidad para concretarlo, y la verdad es que él le metió un poquito de bachata a una canción que no tiene que ver mucho con su música, pero sí con su personalidad, como es él, un tipo que se toma muy en serio la felicidad, como una alegoría a la felicidad y a la alegría.

¿Y cómo fue entrar a su mundo de la bachata?

En realidad no entré mucho en su mundo de bachata en ese momento, pero ya había cantado una con él en algún escenario; espero que para su próximo disco me invite y ahí veremos.

Eres el productor del disco junto con Sebastián Krys, ¿por qué él?

Al principio no lo entendía yo tampoco, no hay nadie menos expresivo que Sebastián en ningún planeta habitado o no habitado, da igual; no sabes nunca cuando está riendo, es un poco como un Ben Affleck cuando ríe o llora, la verdad es que después descubrí por qué. El tipo es una enciclopedia, conoce todos los estilos, las tendencias, los grupos, los sonidos, los músicos, entonces yo sólo le apuntaba una idea sobre un sonido y él me sacaba enseguida en YouTube el sonido, los músicos que iban a participar; aportó cosas muy interesantes en el disco.

¿Eres exigente como productor?

Muy exigente conmigo y con todos, esa es la verdad. Después de corregir hasta las cuatro de la mañana les decía: “Ya sólo quedan seis o siete cositas”, y eso equivalía a tres horas más. Conmigo soy muy exigente, me puedo pasar 14 ó 15 horas trabajando y no es suficiente; todo lo que no sea autoexigencia se convierte en otros equipajes malos y difíciles de llevar, como vanidad y ego.

En el disco se escucha funk, flamenco, R&B, un poco de mariachi, ¿a qué se debe?

Hay un grupo de músicos y artistas que nos juntamos en un lugar en Miami. Por ejemplo, Álex, de Maná, Juanes, Carlos Vives, Lenny Kravitz. Es un sitio pequeño y no es público, ahí hacemos sesiones de jam, creamos sonidos; estos estilos salen frecuentemente, y quería que estuvieran en el disco. El tema del mariachi es porque la canción me sonaba mucho a México y no sabía cómo arreglarla para que estuviera a la altura como el resto, y se me ocurrió que lo más moderno que podía hacer es un mariachi bien tocado.

¿Te pasó por la mente invitar a algunos de tus compañeros de jamming?

La verdad que sí, en algún momento, pero al final no quería hacer un disco de duetos.

¿Crees en la frase renovarse o morir?

Sí, lo que pasa es que no entiendo que a eso se le dé tanta importancia porque es la única forma que entiendo de vivir.

¿A quién le dedicas la canción “Capitán Tapón”?

A mi hijo Dylan y es la voz de él la que sale ahí.

Cuando comenzaste a tocar la guitarra a los siete años, ¿te imaginabas llegar tan lejos?

No, ni de coña. Mi madre me quería apuntar a una clase de karate, estaba aferrada, pero me inscribió a la clase de guitarra que estaba al lado, y si no fuera por eso, no sé, a lo mejor hoy sería un atleta de olimpiadas.

¿Ser músico te da ventaja con las mujeres?

Todo lo que sea añadir, seguro te da ventajas con todo. No creo que una mujer quiera a alguien que sea torpe, pero estoy seguro que hablar seis idiomas y tener un buen trabajo le gusta más a que sólo toques la flautita.

Para un músico de tu índole, ¿es difícil entablar una relación de pareja?

No, depende cómo lo quieras llevar; está claro que es más fácil trabajar en un restaurante e irte todos los días a tu casa, pero en definitiva si hay cariño todo se puede.

A los 18 años lanzaste el álbum Los chulos son pa’ cuidarlos bajo el seudónimo de Alejandro Magno, ¿qué hay de ese Alejandro en el actual?

Absolutamente nada. Aquello fue un disco que me divertí mucho haciéndolo y era parte de los últimos coletazos de la movida madrileña a finales de los 80; en ese entonces era el lujo cutre con personajes entrañables como Fabio McNamara, que fue uno de los verdaderos talentos de la movida madrileña. Pero obviamente eso no era mi música, era para divertirme, era risa.

Pero fue un primer paso…

Sí, por supuesto, me puso en contacto con un estudio de grabación y pude ver por primera vez cómo era y grabar un disco.

Ahora que estás en realities de música y das sugerencias a los participantes, ¿cuál es el mejor consejo que alguien te haya dado?

Uno que no es un consejo, pero se puede tomar como tal, me lo dijo Paco de Lucía una de las últimas veces que hablamos. Él decía que tenía un amigo que sembraba melones y sandías y me decía: “El de los melones y de las sandías es todo un mundo, como el de la guitarra, el periodismo o la política; hay tantos mundos como personas, el problema es cuando crees que tu mundo es el mundo”. Algo realmente interesante.

¿Qué es lo que más recuerdas de Paco de Lucía?

De él recuerdo su risa, aparte de su música y su talento, su forma de ver la vida tan peculiar, hasta qué punto el ser humano puede llegar a ser simplón y cómo nos llevamos la mano a la cabeza por cualquier tontería, nos desesperamos por cosas que no tienen importancia y cómo le damos valor a cosas que no lo tienen. Yo cada vez necesito menos cosas para vivir porque esta mesa va a estar aquí mucho después de que nos vayamos.

¿Recuerdas la última vez que estuviste con él?

Sí, la última vez fue en mi casa, y la última vez que hablé con él fue cuando él estaba en Cuba y se iba a Playa del Carmen. De hecho no, la última vez que estuve con él fue en su casa de Playa del Carmen.

Has ganado distintos premios Grammy tanto latinos como anglos, ¿qué significado tienen para ti?

Es un reconocimiento, algo que te ayuda a continuar y valorar lo que has hecho hasta ese momento; yo lo tomo así, a mí me importa más llegar a un escenario y que haya miles de personas que salgan felices del concierto, ese es para mí el mayor premio, o que cuando escuchen un disco estén gozándolo, que les cure y les sirva, les mueva las emociones, eso es lo que me importa.

¿Por qué te gusta grabar las voces en solitario?

Casi siempre lo hago así, es más cómodo. Yo sé adónde tengo que ir, me grabo, no tengo que decirle al tipo: “Vete tres compases atrás”, yo lo hago mucho más rápido.

¿Pero eres abierto a recibir opiniones?

Sí, lo bueno es que hago puñetero caso, pero sí, que opinen.

¿Por qué odias las autocomplacencias?

Porque la autocomplacencia es la prima hermana de la flojera, cuando uno dice: “Qué bien lo he hecho todo”. Me gusta más la gente que duda y se esfuerza por mejorar lo que ha hecho, que quien dice: “Mira lo que he hecho y está maravilloso”. No me fío de la gente que se lo cree tan rapidito.

¿En qué momento decides que un disco está listo?

Los discos se dejan, se abandonan, no se terminan; llega un punto en que cuando empiezo hablo con el equipo de la compañía, con el mánager, y primero les digo que no sé cuándo voy a acabar el disco; a la mitad ya voy viendo cómo va y les puedo decir una fecha.

Parte esencial de tus discos son los músicos, ¿qué debe tener uno para que lo tomes en cuenta?

Que tenga alma, un gran corazón, sobre todo, y saber tocar su instrumento, claro.

¿Es difícil transmitirles tus ideas?

Cuando los músicos tienen alma, es fácil, captan que lo que hay ahí está hecho desde el músculo del sentimiento. Bromeo con ellos, les digo: “Como lo disfrutan no van a cobrar”.

¿Con qué sueñas?

No me gusta el sueño. Hay una canción que se llama “El silencio de los cuervos” y habla un poco de los sueños que tengo. Me gustaría que mis hijos vivieran en un mundo más tranquilo y sano que el nuestro.

 

 

CUESTIÓN DE ESTILO

Nombre: Alejandro Sánchez Pizarro.

Fecha de nacimiento: 18 de diciembre de 1968.

Origen: Madrid, España.

Álbumes de estudio: Sirope, La música no se toca, Paraíso express, El tren de los momentos, No es lo mismo, El alma al aire, Más, 3, Si tú me miras, Viviendo deprisa, Los chulos son pa´cuidarlos.

Premios: 17 Grammy latinos y 3 americanos.

Colaboraciones: Shakira, Alicia Keys, The Corrs, Joaquín Sabina, Laura Pausini, Tony Bennett, Juan Luis Guerra.

 

FRASES

“Mi madre me quería apuntar a una clase de karate, estaba aferrada, pero me inscribió a la clase de guitarra que estaba al lado, y si no fuera por eso, no sé, a lo mejor hoy sería un atleta de olimpiadas”

 

“Me gusta más la gente que duda y se esfuerza por mejorar lo que ha hecho, que quien dice: ‘Mira lo que he hecho y está maravilloso’”

 

“Me gusta hacer música, si no vendiera ni un disco seguiría haciéndola aunque sólo fuera por el placer de crearla”

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