Se rehusaba a ser actriz, y ahora triunfa en grande
Aunque de niña ser actriz no estaba en sus planes, el tiempo se encargó de guiarla por el camino que su abuela y su padre se encargaron de trazar. Y pese a que proviene de una familia cuyos rostros inundaron la televisión mexicana, Aislinn no lo toma como una ventaja, incluso todavía padece la excesiva fama de su papá Eugenio Derbez. Su entrada al mundo actoral fue por la pantalla grande, de ahí brincó al teatro y a las series, pero nunca a las telenovelas, pues asegura que en México no se hacen trabajos de buena calidad.
Paso a paso Aislinn se ha hecho de un nombre dentro de la industria del cine, donde en un futuro quisiera producir, pero por el momento está totalmente enfocada en su carrera de actriz, profesión que le ha dado grandes lecciones, no sólo por experiencia propia, sino a través de la de su padre.
¿Desde niña querías ser actriz?
No.
¿Qué te imaginabas hacer en tu vida adulta?
Quería ser pintora, justamente por la trayectoria de mi familia y porque a veces me traumaba la poca privacidad que tenía mi papá y que además afectaba mucho el tiempo cuando lo veíamos; si salíamos había que compartirlo con la gente: cuando íbamos a un restaurante, nunca podíamos estar en privacidad, la gente siempre se nos quedaba viendo o le pedían autógrafos; para mí fue muy difícil porque yo quería tener tiempo de calidad con mi familia y no era posible; me traumó un poco, al grado de que yo quería tener una carrera diferente únicamente por esta razón, por lo invasivo que puede llegar a ser una figura pública. Me gusta mucho el arte; decidí estudiar artes visuales, pintura, escultura y fotografía en Nueva York.
Después me gustaba el arte y la pintura, pero algo no me llenaba y no me hacía completamente feliz, seguía insatisfecha con mi futuro; ya tarde, como a los 21, cuando acabé la carrera me di cuenta que n era a lo que me quería dedicar, que era un hobby; iba mucho a obras de teatro en Nueva York, al cine, era como un sueño imposible porque yo misma me puse la regla de no ser actriz, hasta que un día me dije que no pasa nada si rompo mi propia regla y tal vez puedo hacerlo de manera diferente a mi papá: empezar por el cine y no por la televisión. La carrera ha sido mi escuela, así aprendí, se dio por sí solo, nunca me costó trabajo, fluía, y ahí me di cuenta que era mi vocación.
¿Consideras que se nace con el talento o se forja con el estudio?
Creo que son las dos cosas, debe haber algo nato y al mismo tiempo se puede perfeccionar con estudios; es una combinación de talento natural con talento formado mediante el esfuerzo, la dedicación, los estudios, la actitud y la disciplina. Hay que tomar mucho en cuenta la parte física, porque a los actores de alguna manera nos tratan como mercancía; si es lo que visualmente estoy buscando, sí, porque si no eres físicamente lo que los productores o directores tienen en mente, no te contratan.
¿Había algo que disfrutabas cuando visitabas a tu papá en los foros?
Lo único que disfrutaba era la parte cuando decían “acción”, todo el antes y el después no me gustaba, toda esa parte de que la gente lo siguiera, le pidieran autógrafos o las entrevistas, no me agradaba, lo que interesaba era la parte cuando estaba actuando.
Estudiaste en Nueva York, ¿por qué decides regresar a México?
Para trabajar, porque allá no podía hacerlo.
Pero estuviste en una obra de teatro, ¿no?
Sí, pero era por gusto, no por trabajo.
¿Ser hija de Eugenio Derbez te hizo más fácil el camino o te lo complicó?
Es un arma de doble filo. Por un lado ayuda en el sentido de que puedo tener un ejemplo de vida al cual seguir, aprender por medio de sus errores y sus éxitos, y me sirve para saber qué quiero y qué no. Hay muchas cosas que mi papá sacrificó por esta ambición de ser muy reconocido, y siento que no vale la pena, prefiero tener como prioridad a mi familia y a mí misma, mi vida personal, y no tratar de ser extremadamente famosa, ese tipo de cosas me las enseñó él. Por otro lado, me ayudó a conocer personas, el medio, pero también me perjudicó porque yo entré al cine y fui muy juzgada al principio por tener un apellido comercial, que era símbolo de televisión y comedia; no me querían poner en sus películas más dramáticas o serias. Muchos productores pensaban que sólo quería ser actriz para hacerme el camino fácil, y no porque realmente tuviera talento, ahí ya hay un prejuicio instantáneo. Cuando empecé a tener mi carrera y a ganarme los papeles por casting, los cuales a veces me los hacían hasta tres veces únicamente por el apellido, era de mucho orgullo porque finalmente me lo ganaba triple y la gente comenzó a confiar más en mí, y en el medio gané poco a poco el respeto.
Digamos que todo te lo has ganado por tu trabajo, y no por la intervención de tu papá…
Me preocupaba que la gente pensara que me regalan el trabajo, cuando de verdad me lo gané no funciona así en todos los trabajos que he tenido, jamás funciona porque nadie te puede meter, si no imagínate, estarían todos los hijos de medio mundo ahí metidos y sin talento.
Además nunca te has colgado de la fama de tu papá…
Pues no, de repente le digo que me ayude a promocionar mis proyectos en Twitter…
¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado?
Uno es que cada vez que alguien me rechace, en lugar de que me debilite y me deprima, que sea como el motor que me dé la fuerza para lograr más cosas. El otro es no preocuparme, sino prepararme.
Empezaste en el cine y has hecho teatro y series, pero nunca una telenovela, ¿no te llaman la atención?
No, las telenovelas mexicanas difícilmente me gustan, lo que no me agrada es la repetición, el concepto, que los temas siempre sean los mismos; estoy ciento por ciento abierta si hubiera temas distintos y más arriesgados, que fueran un reto para mí como actriz y me llenen como persona; trato de ser muy fiel a lo que quiero interpretar, a lo que me divierte, me llena y a lo que me reta.
¿Te han ofrecido papeles para telenovelas?
Sí, me han llegado a ofrecer.
Tener un protagónico en cine, ¿qué responsabilidad conlleva?
Es un sueño hecho realidad, la responsabilidad es estar preparada y dar lo mejor de mí porque te puede abrir puertas o te las puede cerrar para siempre.
Dices que te gustan los personajes que te reten actoralmente, ¿buscas uno en especial?
Quiero hacer más comedia, como me dediqué a hacer drama, justo para deslindarme del apellido, ahora tengo una gran necesidad de hacer cosas dirigidas a la comedia.
¿Como guionista has escrito algo?
Sí, tengo varias cosas escritas, pero pienso que no es momento para enfocarme en eso. Como mi papá, en algún momento quisiera hacer un largometraje, pero que sea resultado de mi propia experiencia, y ahorita soy muy joven; me encantaría producir teatro o películas.
¿Te imaginas un guión tuyo dirigido por tu papá?
Sí me gustaría.
En cuanto a pintura y escultura, ¿qué te gusta hacer?
He pintado de todo: acrílico, óleo y técnicas mixtas, pero últimamente he pintado más en acuarela, me encanta.
¿Qué proyectos tienes para este año?
Se estrena A la mala, estoy filmando otra película que se llama Compadres, y vienen más proyectos de cine y teatro que todavía no puedo confirmar.
CUESTIÓN DE ESTILO
Nombre: Aislinn Derbez.
Fecha de nacimiento: 18 de marzo de 1987.
Lugar de nacimiento: Ciudad de México.
Cine: A la mala, La viña, Musth, Yerbamala, Abolición de la propiedad, El cielo en tu mirada, Te presento a Laura, El atentado, Served Cold.
Televisión: Los héroes del norte, La promesa, Los Minondo, Mujeres asesinas 3, Ellas son: la alegría del hogar, Niñas mal, Colinas, Sweet & Spicy.
Teatro: No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, El príncipe feliz, Happy Hour.
FRASES
“Hay muchas cosas que mi papá sacrificó por esta ambición de ser muy reconocido, y siento que no vale la pena, prefiero tener como prioridad a mi familia y a mí misma, mi vida personal, y no tratar de ser extremadamente famosa, ese tipo de cosas me las enseñó él”
“Me preocupaba que la gente pensara que me regalan el trabajo, cuando de verdad me lo gané, no funciona así (…) porque nadie te puede meter, si no imagínate, estarían todos los hijos de medio mundo ahí metidos y sin talento”.
“Me preocupaba que la gente pensara que me regalan el trabajo, cuando de verdad me lo gané; no funciona así (…) porque nadie te puede meter, si no imagínate, estarían todos los hijos de medio mundo ahí metidos y sin talento”
“Las telenovelas mexicanas difícilmente me gustan, lo que no me agrada es la repetición, el concepto, que los temas siempre sean los mismos».