Apasionarnos por lo que hacemos nos hace disfrutar al máximo la vida, el chef Pablo Salas nos lo demuestra con su trabajo y dedicación que podemos saborear a cucharadas.
En 2002, la vida cambió para Pablo Salas cuando pasó de ser un microempresario a encabezar el restaurante más importante del Estado de México, “Amaranta”, calificado como uno de los cincuenta mejores de Latinoamérica.
En la búsqueda de nuevos retos, redescubrió su lugar de origen, fue así que decidió no sólo aprender de chefs de prestigio, sino también de las auténticas conocedoras de la cocina mexiquense: las mujeres del mercado.
Recorrió los 125 municipios del Estado de México y eligió a sus proveedores para surtirse de ingredientes que se cultivan en su tierra.
Pasó por los mercados y los huertos de Tenancingo, Toluca, Malinalco y Santiago Tianguistenco, entre otros, y así Pablo integró a su cocina productos como los acociles que hoy en día es la entrada más solicitada por los clientes de Amaranta.
Pablo Salas vivió esta aventura en su Buick Verano, un auto deportivo que lo condujo a descubrir más sabores, ingredientes y nuevas experiencias por el Estado de México.
De una gran personalidad, este chef ha conquistado los paladares de México y le ha dado renombre y reconocimiento internacional a la cocina mexiquense. ¡Un gran orgullo!
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