Un sólo punto no es nada, pero un conjunto de ellos, es una auténtica muestra de audacia. Cuando un artista busca inspiración, tiende a explorar dos mundos, el abstracto y el real. La musa de Yayoi Kusama, se ha hecho presente en forma de lunares. Estos círculos, los crea en todos los tamaños, en colores sólidos y con diferentes alineaciones.
Esta mujer de origen japonés, perteneciente a la corriente artística del pop art y la arquitectura minimalista, nació en 1929. Es considerada una de las artistas vivas más importantes de Japón y es también, una respetada voz del movimiento avant-garde. Yayoi, se colocó en la mira de todos a finales de los años 60, después de haber organizado un espectáculo dónde los modelos desnudos fueron intervenidos con polka dots de colores brillantes sobre todo el cuerpo. Durante su carrera, se ha dedicado a la producción de pinturas, esculturas, performances e instalaciones. Gracias a su incansable trabajo, se ha apoderado de las salas de exhibición más importantes del círculo artístico. El MoMA en Nueva York, el Tate Modern Art en Londres, el Centre Pompidou en París y el Museo Nacional de Arte Moderno en Tokio, son sólo algunos de los recintos que han albergado su obras.
La colaboración que tuvo esta excéntrica artista plástica en 2012 con la casa de moda, Louis Vuitton, la convirtió en tema mundial por las intervenciones que hizo en aparadores, bolsos, prendas y fachadas de boutiques alrededor del mundo. Llenó el mundo de la moda con lunares y brindó la posibilidad de vivir el arte día con día. Sin embargo, la afamada japonesa, después de esta enorme y exitosa contribución, ha continuado sorprendiendo con sus escritos, sus aportaciones al cine y sus exhibiciones. De hecho, se espera que el 25 de septiembre de 2014, llegue a la Ciudad de México. Se planea que el museo Rufino Tamayo Arte Contemporáneo, sea quién le de asilo a la princesa de los lunares. La muestra, que será un viaje completo por la carrera de Kusama con obras creadas entre 1949 y 2013, será curada por Philip Laratt-Smith y Frances Morris. Sin duda, será una exhibición que no podremos dejar de visitar.
Yayoi Kusama, quién reside desde 1977 en un hospital psiquiátrico por elección, es una mente brillante y una persona sumamente perfeccionista. El sentimiento que transmite esta gran artista a través de sus obras, es sencillamente alucinante; un verdadero viaje por el Universo.