Lindsay Lohan se muestra al natural en redes sociales, sin una gota de maquillaje. Su renovado look ha despertado el interés de sus seguidores sobre su rutina de cuidado personal y los posibles tratamientos estéticos a los que podría haberse sometido, pero la actriz insiste en que la clave de su apariencia es su enfoque en el cuidado de la piel y un estilo de vida más saludable.
En entrevistas recientes Lohan, de 38 años y madre primeriza, reveló que su rutina diaria es sorprendentemente sencilla. Por la mañana limpia su rostro con una toalla facial fría y aplica cremas hidratantes, lo que ayuda a calmar la piel sensible. Para desinflamar el área de los ojos utiliza los parches.
En la noche emplea toallitas y un limpiador facial suave, seguido de una crema para reducir el enrojecimiento. La actriz ha admitido que probó tratamientos como láser e IPL en el pasado, pero ahora prioriza productos accesibles y cuidados básicos.
Lindsay también ha adoptado una actitud relajada hacia el maquillaje desde que se convirtió en madre. Su look diario incluye apenas un toque de base o corrector, ocasionalmente complementado con rímel y sombra ligera. “Ya no siento la necesidad de maquillarme todo el tiempo. Quiero amarme por quien soy”, expresó.
Sin embargo, las especulaciones sobre intervenciones cosméticas no han cesado. Algunos expertos sugieren que podría haberse sometido a procedimientos como rellenos o rinoplastia, estimando costos que alcanzarían los 300 mil dólares. Aunque Lohan no ha confirmado estas afirmaciones, su padre y otros allegados han defendido que su belleza es “natural” y resultado de su dedicación al cuidado personal.