Este sábado 7 de diciembre marca un momento histórico: la reapertura de la Catedral de Notre Dame, un símbolo de la fe, el arte y la resiliencia. Entre los muchos protagonistas de esta gesta monumental destaca Alejandro Arredondo, un arquitecto mexicano originario de Coacalco, Estado de México, cuya trayectoria lo llevó a formar parte esencial de este proyecto único en París.
Cuando el 15 de abril de 2019 las llamas envolvieron a Notre Dame, Alejandro Arredondo llevaba apenas unos meses trabajando para una firma en París. El incendio no sólo conmocionó al mundo, sino que marcó el inicio de una travesía profesional para el arquitecto egresado de la Universidad de Monterrey y con formación en Barcelona.
“El incendio fue un choque emocional enorme”, recuerda Arredondo en entrevista con EFE. Sin embargo, la devastación del templo gótico se convirtió en un llamado a la acción: junto con su equipo, lideró la creación de una maqueta digital de la catedral utilizando tecnología de vanguardia, como drones y escáneres 3D.
Esta “nube de puntos” permitió reconstruir con precisión cada detalle, desde los muros hasta los rincones menos accesibles, preservando la esencia de una edificación con más de 850 años de historia.
El desafío de reconstruir Notre Dame
La reconstrucción, que costó alrededor de 700 millones de euros, combinó tecnología avanzada con técnicas tradicionales de carpinteros y canteros. Alejandro y su equipo trabajaron incansablemente en los primeros años tras el incendio, enfrentando retos como la toxicidad del ambiente debido al plomo liberado por las llamas.
“Era fundamental que el trabajo fuera fiel a la realidad. No todos los muros están rectos ni todas las ventanas son perfectamente redondas. Respetar esas imperfecciones es lo que hace única a Notre Dame”, explica el arquitecto, quien considera este proyecto “el más importante” de su carrera.
La reapertura será un símbolo de unión
La reapertura de Notre Dame será un evento global. El sábado, las puertas de la catedral se abrirán con una solemne bendición y cánticos del coro acompañados por el majestuoso órgano restaurado. Autoridades como el presidente Emmanuel Macron y líderes religiosos de todo el mundo estarán presentes, celebrando un logro que Alejandro describe como “una labor que unió a personas de todas las disciplinas y nacionalidades”.
Para Arredondo, ser parte de esta gesta es un orgullo personal y nacional. “Es un honor representar a México y Latinoamérica en un proyecto tan emblemático”, dice, y destaca cómo el espíritu colaborativo hizo posible cumplir con los ambiciosos plazos de reconstrucción.
Con la reapertura, la catedral recuperará su lugar como epicentro cultural y religioso, con misas, conciertos y visitas gratuitas. Además se han implementado herramientas modernas, como una aplicación que permitirá a los visitantes explorar el templo con guías interactivas en varios idiomas.
Para Alejandro, Notre Dame es más que un edificio. Es un símbolo de esperanza, resiliencia y la capacidad humana para superar la adversidad. Su participación en la restauración reafirma su pasión por la arquitectura y también su compromiso de preservar el patrimonio mundial para futuras generaciones.
“Notre Dame une a las personas. Este proyecto no sólo reconstruyó un templo, reconstruyó nuestra conexión con el pasado y el futuro”, concluye con orgullo el arquitecto mexicano.