Durante estos días, en Múnich se llevó a cabo el primer Autoshow del mundo desde que inició la pandemia. Hubo muchas cosas que ver, pero lo que más llamó mi atención estaba en el booth de Mercedes-Benz.
Se trata de un coche eléctrico mediano que, desde mi punto de vista, tiene todo para ser el primer rival real del Tesla Model 3 (actualmente el más exitoso de su tipo).
Además de ser un Mercedes recibe una batería de 90 kWh, que en teoría es energía suficiente para recorrer hasta 660 kilómetros por cada recarga. Su motor está en el eje trasero y produce 292 caballos. Opcionalmente, además de la delantera, puede contar con dirección en el eje trasero, lo que le da hasta 10 grados de giro adicionales en comparación con un coche común. Esto es una gran ventaja, por ejemplo, para maniobrar en estacionamientos y otros espacios reducidos.
Por dentro, los acabados, ensambles y materiales son justamente lo que podemos esperar de un Mercedes-Benz contemporáneo. Además cuenta con el mejor sistema de info entretenimiento en la actualidad (MBUX). Su nivel es tal que al igual que Alexa en Android o Siri en Apple, puedes usar el comando de voz “Hey Mercedes” para controlar una gran cantidad de funciones por medio de hasta 27 idiomas.
Sin embargo, la experiencia sensorial que más destaca es el Hyperscreen, o sea, el conjunto de tres pantallas (entre el cuadro de instrumentos y tablero). Opcionalmente, su sistema de audio puede ser marca Burmester, lo que incluye 15 bocinas de 710 vatios para una fidelidad extraordinaria.