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Podrías acostumbrarte a este escondite mexicano llamado Las Alamandas

Es considerado el rincón más privado y el secreto mejor guardado del país, en una franja de 700 hectáreas entre Puerto Vallarta y Manzanillo

por: Victoria Martínez Enríquez

Isabel Goldsmith-Patiño, hija del fallecido financista británico Sir James Goldsmith y nieta del “Rey del estaño boliviano”, don Antenor Patiño, heredó una propiedad por parte de su abuelo, y para rendirle homenaje creó un resort boutique considerado uno de los escondites de lujo más exclusivos de México.

El nombre Las Alamandas lo tomó de la flor silvestre que crece en la región, y que además es símbolo de este refugio que brinda privacidad y belleza natural en una franja de 700 hectáreas entre Puerto Vallarta y Manzanillo.

En total son 16 suites las que componen la finca privada, con una esencia que invita al romance, por lo que además de ser un escape de fin de semana es también un espacio disponible para rentarse por completo y celebrar bodas o fiestas íntimas.

La privacidad es su sello, por lo que tiene cuatro playas vírgenes y su propia pista de aterrizaje para quienes no desean realizar escalas en aeropuertos y descienden directamente cerca de su villa, con el océano a unos metros de su puerta.

Tenis, surf, kayaking, masajes y tratamientos de belleza, básicos para un resort de su categoría, están presentes, aunque también se lucen con la oferta gourmet, preparada con ingredientes de los huertos orgánicos del lugar y la mano experta del chef Alejandro Morales.

Por tierra se puede llegar desde Puerto Vallarta o Manzanillo. Los traslados desde los aeropuertos de estas zonas, para 5 pasajeros, tienen un costo aproximado de 9 mil pesos. Si se llega en auto, son dos horas desde los aeropuertos internacionales más cercanos, o por aire hay llegada directa de chartes privados, ya que cuenta con una pista para aviones pequeños.

Hay suites con vista al jardín o al mar; la más grande -la presidencial- puede recibir hasta 4 adultos en espacios con cama king size, bañera de gran tamaño y hasta sala con bar, zona de juegos de mesa, sofá al aire libre para una siesta con vista al océano y más.

Si el espacio con decoración y alma totalmente mexicanas te interesa para compartir algún evento exclusivo con tu familia y amigos, se puede rentar completo, con sus 18 suites que en total reciben hasta 42 personas, todo con servicios de clase mundial.

El lujo ya está puesto, el mar ya está listo, el color es una gran invitación. ¿Te quedarías para siempre en el lugar?

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