Con 24 años de edad, Andrés Obregón es un cantautor mexicano que poco a poco ha construido su carrera con base en esfuerzo y entrega. Su música es una mezcla de referentes de distintos géneros, pero siempre con un toque honesto que refleja su estilo.
Originario de León, Guanajuato, Andrés pasó de escribir cartas a crear canciones de amor, desamor y nostalgia, que han conectado con sus seguidores a un nivel tan profundo que las han hecho suyas.
En EstiloDF tuvimos oportunidad de platicar con esta nueva promesa de la música y aquí te dejamos todo lo que nos contó para que conozcas un poco más de él y su trabajo.
¿Cómo definirías tu música?
Creo que mi música es algo orgánico en el sentido de que me gusta que todo sea muy real, muy fresco. Puedo tener canciones muy alegres y otras muy tristes, así que creo que es un pop que se siente muy fresco, como si recién estuviera salido del horno. Algo que se puede palpar. Es lo que siempre he tratado de hacer con mi música, sobre todo últimamente, que he estado utilizando mucho la palabra ‘REAL’, porque es lo que quiero transmitir con mi música: sensaciones y sentimientos que se sientan reales, vivos, frescos y honestos.
¿Desde cuándo empezaste a hacer música?
Desde que tengo memoria me encanta cantar, pero cuando ya entré al camino que me ha llevado hasta donde estoy ahora fue a los 9 años que compuse mi primer canción y a los 10 empecé a tocar la guitarra. De ahí me fui encaminando a aprender más cosas. Luego empecé a tocar el piano, a producir mis canciones, grabé mi primer disco casero a los 14 y mi primer disco de estudio, que se llama ‘Cartas que nunca envié’, a los 18. Luego salió ‘Sentimiento extraño’ y ahora estamos con ‘Real’.
En la biografía de tu Instagram mencionas que escribes cartas en canciones. ¿Envías esas cartas a su destinatario?
Es curioso porque el disco ‘Cartas que nunca envié’ lo saqué sin haber mandado esas cartas. Pero creo que conforme fui creciendo y evolucionando, ahora puedo decirte que algunas cartas sí se envían, otras no; otras se envían, pero no se sabe si llegaron a su destino, hay de todo. Al final, si lo ves desde otra perspectiva creo que las canciones que salen a la luz terminan siendo cartas enviadas. Tal vez llegaron a la persona indicada, o llegaron a una persona que las necesitaba, que las hizo suyas o que las hizo de alguien más.
¿En qué te inspiras para hacer tu música?
En esa parte de querer hacer cartas, de querer decirle algo a alguien o a mí mismo, de una manera en la que tenga ese color que le quiero dar y no sólo decirlo con un gesto o una palabra. Quiero que mi música tenga ese sentimiento que yo tengo dentro, poder mostrarlo en forma de canción. También últimamente he visto las canciones como si las recordara, como si no las estuviera componiendo. Como si ya estuvieran escritas en alguna parte del universo y yo simplemente las recuerdo, porque van cambiando de significado conforme crezco. Me inspira saber que mis canciones pueden ser para mi yo del futuro.
¿Hay canciones que escribiste hace mucho tiempo y apenas salen a la luz?
Sí, tengo más canciones que no he sacado, que temas que he lanzado. En mi último EP la canción ‘Voy cantando’ la escribí hace seis años. Hay canciones que se quedan guardadas en el cajón, de repente lo abres y toman un significado diferente después de tiempo.
Este mes sacaste el tema ‘Sabes’, ¿cómo fue tu colaboración con Meli?
Fue una experiencia muy bonita tener la colaboración con Meli. Fue una canción que la pensé a dueto y de inmediato se me vino a la mente Meli, a quien ya conocía desde antes; no dudé en hablarle y ella luego luego accedió, le encantó la canción. Quedó de una manera muy especial porque habla de un amor a distancia. Compuse la canción porque en algún momento viví esa experiencia, que aunque tiene sus pros y contras, es una experiencia muy chida. Y Meli también tiene o tuvo esa experiencia, así que salió con un sentimiento muy auténtico.
¿Qué prefieres, canciones tristes o felices?
Es un gran dilema. Creo que he compuesto más canciones no tanto tristes, sino nostálgicas, en comparación con temas alegres, pero creo que depende mucho de mi mood. Una canción alegre me puede dar la misma intensidad en emoción que una triste. Es algo que va cambiando dependiendo de la etapa que esté pasando. En general, creo que me gusta un poco de las dos, pero sí compongo más canciones tristes o nostálgicas.
Seguimos en el mes del amor y la amistad, ¿cómo sería la cita perfecta para un cantautor como tú?
Ahora es complicado por la situación, pero para mí la cita perfecta es en algún lugar lejos de la ciudad. En un bosque con algo rico de cenar, música acústica y un vinito.
Andrés Obregón no sólo escribe y canta sus canciones, sino que también sabe tocar el piano, la guitarra, el ukulele y la armónica. Con ese talento musical, la honestidad en la letra de sus canciones y el toque romántico de sus videos, Andrés también se ha convertido en todo un galán de la música, de quien seguramente escucharemos mucho este año.