La historia del buen vestir en México está escrita por visionarios que en otra época tuvieron el sueño de traer a nuestro país el estilo de vida de las grandes capitales de la moda. Al igual que en otras disciplinas artísticas, la moda habla un lenguaje universal que puede ser comprendido casi en cualquier lugar del mundo, y hablando de elegancia, los mexicanos han sabido interpretarla desde que llegó.
En 1847, un empresario mexicano decidió traer desde Italia la maquinaria necesaria para confeccionar y producir localmente tejidos de alta calidad como lo hacían en aquel país, iniciando San Ildefonso, una de las 10 empresas más antiguas de México y la empresa textil más antigua en el continente americano, dando trabajo a mujeres costureras y a maestros sastres que diseñaron los patrones de los trajes más sofisticados desde aquellos años. Como parte de la evolución de la industria textil en 1983 y con una orientación total en la sustentabilidad, nace Novalan, en sus orígenes enfocada en la fabricación de tejidos reciclados de lana y posteriormente en peinados y cardados.
Con el paso del tiempo —al demostrar la gran calidad con la que se producían prendas formales— las marcas internacionales comenzaron a acercarse a la fabricación local de sus productos con el objetivo de ofrecer un producto de muy alto nivel a los clientes sin necesidad de exportarlo.
Marcas como Calvin Klein, Kenneth Cole, Ralph Lauren, Daniel Hechter, DKNY, Michael Kors e Izod han confiado en la experiencia de Diseños Labor, que genera más de 800 mil metros de tejido al año y maquila más de 150 mil sacos y pantalones, además de más de 250 mil prendas de vestir. Actualmente se encuentra con más de 600 puntos de venta a nivel nacional que van desde departamentales —cadenas de prestigio como Liverpool, El Palacio de Hierro y Sears Roebuck— hasta outlets, así como tiendas propias; además, sus tejidos se exportan a más de 10 países.
Diseños Labor también se ha convertido en el responsable de diseñar y producir marcas propias para dichas cadenas, lanzando al mercado exitosas marcas como J.B. Ebrard, Carlo Corinto, Bruno Magnani y Regent Street, entre otras.
Julio Ayala, director general de Diseños Labor, menciona: “Esta empresa tendrá dos retos importantes en 2021. El primero es no permitir que la sastrería se estacione en el mercado formal, es necesario diversificar. El segundo es acercar las nuevas generaciones (millennial y centennial) al universo sartorial, siempre conservando el estilo moderno y la calidad atemporal que caracterizan el traje de un hombre bien vestido».
Con la industria de la sastrería y la moda en un momento de incertidumbre a nivel mundial, las apuestas de Diseños Labor están enfocadas en tejidos con tecnologías y estilos modernos de prendas versátiles y con una sofisticación casual para el día a día.