Este viernes 31 de enero Dolittle llega a las salas de cine en México, y aunque la crítica no la ha recibido con los brazos abiertos, la cinta puede convertirse en una muy buena opción para pasar un fin de semana en familia.
Altos y bajos, como casi todas las películas. Dolittle es una cinta que no pasa a la historia, pero que entretiene, cuenta bien una historia, y presume un impecable trabajo de efectos especiales al integrar a los animales parlantes a cuadro.
Pero, si quieres ver a un Robert Downey Jr. con el carisma y cinismo con el que estamos acostumbrados, quizá llegue a decepcionarte, pues este personaje, aunque mantiene ligerísimos tintes de ‘soy genial y no me importa lo que pase’, es muy diferente. Pues en ese aspecto se muestra menos complejo y visiblemente más amable.
El guión es sencillo pero bien estructurado. Dolittle es un doctor con el don especial de hablar con los animales, y se aleja del mundo cuando pierde a su esposa. Sin embargo, decide enfrentar su miedo al contacto humano cuando dos niños irrumpen en su reserva para avisarle que la reina está muriendo. Si esto sucede, cerrarán la reserva y todos los animales se quedarán sin hogar. Para salvarlos, Dolittle emprende una aventura en búsqueda del antídoto para la reina.
Tal vez las películas de superhéroes nos han acostumbrado a estar al borde del asiento todo el tiempo para sentir que ha sido una buena aventura la que hemos visto en pantalla, pero Dolittle no es así. Mantiene la duda sin exaltar demasiado en la butaca, como un cuento o una novela tranquila de los años veinte.
Al presentar al menos una docena de personajes, es fácil identificarnos o sentir empatía por al menos uno. Todos con distintas personalidades y temperamento, que en algunos casos llega a ser irónico y contrastante con su apariencia física.
Justo es añadir en este punto el doblaje, que es al final del día quien da vida a los personajes animales. Así John Cena, Tom Holland, Rami Malek, Selena Gómez, Emma Thompson y Octavia Spencer, se convierten en algunos de los personajes más representativos de la cinta.
Por su parte, Harry Collett interpreta a Tommy Stubbins, un personaje que guía toda la trama y que, hasta cierto punto, presenta una carga casi igual de fuerte que Dolittle. Es evidente que Harry es una de los nuevos talentos en los que Hollywood tiene altas apuestas.
Como villanos entran a juego Michael Sheen, con un propósito más intangible guiado por la envidia; Jim Broadbent, impulsado por la avaricia; y Antonio Banderas, que juega un breve papel de villano por venganza, para después sorprender con un acto que cualquier padre de familia se sentiría identificado.
La cinta avanza agregando a cada secuencia un toque extra de fantasía, sin perder el estilo general de la película. Así llegamos al punto en donde incluso Dolittle y sus amigos se topan con un Dragón. Eso si, siempre con un mensaje positivo detrás sobre la amistad, el sentido de pertenencia y la valentía para enfrentar tus miedos.
En conclusión, Dolittle no es la mejor ni la peor película de aventura de lo que va del año, pero sí es una de esas cintas que se disfrutan más en familia, por lo que vale la pena ir a verla con hermanos, sobrinos, primos y hasta con tus papás para pasar un buen momento el fin de semana.