Por más que hacemos esfuerzos, como dietas interminables o ejercicios sumamente extremos, existen partes de nuestro cuerpo que nada más no podemos bajar. Para combatir estos males, se ha creado un tratamiento de cabina llamado Coolsculpting que por medio de temperaturas bajas logra atacar esas zonas odiosas.
¿Cómo funciona esta maravilla? Con un aplicador tipo chupón se enfría la parte que deseas tratar, ya sean muslos, abdomen, espalda o brazos, y es que cuando las células adiposas se exponen a temperaturas muy bajas, comienzan a eliminarse de manera 100% natural.
Al terminar de “congelarse», la piel se encuentra completamente dormida, y ahí es cuando una especialista procede a darte masajes para retirar las células grasas que eliminamos en el proceso.
El tratamiento suele durar aproximadamente dos horas, pero mientras puedes relajarte e incluso tomar una siesta.