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Estilo DF Weekend Melendi

por: Beatriz Lombana

De esencia romántica estrena el disco Quiítate las Gafas y se dice listo para su concierto en México

Hace 15 años Melendi comenzó a escribir su historia musical y a transmitir su fuerte carga de romanticismo, primero con el grupo El Bosque de Sherwood, que formó junto con un grupo de amigos, y después en solitario, gracias a su creciente evolución como artista. Desde entonces, el artista asturiano sigue vigente en los escenarios y traspasa fronteras con sus letras e innegable carisma, con lo cual ha dejado huella entre el público que avala su carrera como uno de los cantautores más entrañables de España, donde en los últimos años ha recibido una multitud de premios. Ahora está de regreso en nuestro país para refrendar la popularidad que ha logrado con sus desgarradoras baladas convertidas en éxitos, y para promocionar su octavo disco, Quítate las gafas, con el cual nuevamente le canta al amor y que presentará en su próximo concierto a realizarse el 11 de marzo en el Pepsi Center de la Ciudad de México.

 

Después de 15 años de carrera y siete álbumes inéditos incursionas como productor con tu disco Quítate las gafas….

Así es. Estoy muy contento con este disco porque es mi pequeño en toda su dimensión, y es la primera vez que me atrevo a producir. Quedé muy satisfecho con el resultado. La verdad le hemos dedicado mucho tiempo, y eso más el cariño que le puse, quedan de manifiesto en el resultado del mismo. Espero que se venda muy bien.

 

¿Qué sabor de boca te dejó la experiencia como productor?

Sin duda fue una grata experiencia y enorme aprendizaje, sobre todo de valorar mucho más a los productores; no quiere decir que no lo hiciera, pero ahora el trabajo fue minucioso y tuve que recurrir al mundo freelance para llegar a tiempo y escribir partituras de orquesta. Realmente fue divertido porque los seres humanos debemos salir de nuestra zona de confort, pues en ese ejercicio de apertura, aprendes y valoras.

 

Siempre has plasmado tu esencia romántica, pero ¿en qué momento te encontrabas para inspirarte y quitarte las gafas con este nuevo disco?

Acabas de dar con la clave porque creo que no hay mejores discos que otros, más bien son miradas diferentes, y van pasando experiencias vitales que te hacen ver la vida de determinada manera. Seguramente dentro de dos años vuelva a plasmar mi mirada, y estas 11 canciones para mí ya no serán tan verdades. Hay mucho amor en el disco, con el paso de los años me he convertido en un cantautor romántico, me siento cómodo en ese estilo, en las baladas, quizá cuando empecé era un poquito más rockero.

 

Por ese carácter romántico se te ha comparado con Ricardo Arjona, incluso mucha gente ya te llama el Arjona español…

A mí me parece increíble. He sentido una especie de controversia con todo ese tema, pero Arjona me parece un cantautor maravilloso, y que me comparen con él es doblemente maravilloso.

 

¿Has coincidido con él?

No hemos coincidido, pero me encantaría. Además me parece un complejo de las personas cuando te dicen que te pareces a otro ser humano, aunque finalmente aprendemos de los seres humanos.

 

Has aprendido a sortear este tipo de comentarios…

Te reitero que a mí me halaga, porque Arjona me parece uno de los mejores cantautores que he escuchado y debo de tener algunas influencias de él. Pero así como lo he escuchado, también lo he hecho con Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, en fin, y es que estamos hechos de nuestras influencias.

 

Lo importante es que tus baladas se han colocado en el gusto del público y te has mantenido en los escenarios, a diferencia de otros intérpretes…

Eso es lo verdaderamente complicado: mantener un éxito, no cualquiera, y cuando veo algo que no entiendo, me paro a mirar y a entender a qué público se dirige, me pongo en sus zapatos y al final siempre lo entiendo.

 

Él éxito es una cosa que no se discute. Siempre te has caracterizado por tomar riesgos; ahora que se han puesto de moda las fusiones musicales, ¿tienes en mente incursionar en un nuevo género?

La verdad es que no, me concentro sólo en un género, pero puedo tocar todos. Tampoco tengo algún estigma con cierto estilo musical, de hecho en este disco me atrevo a hacer cosas nuevas e incluí un ritmo cubano. Me siento muy bien en cualquier tipo de ritmo; es verdad que no soy un buen bailarín y en el escenario me cuesta bailar determinados ritmos, pero estamos trabajando para expandirme.

 

¿Ya estás listo para tu presentación el 11 de marzo en el Pepsi Center de la Ciudad de México?

Sí, más que listo, pero a la vez estoy súper triste porque dos meses antes nos anunciaron que era sold out y ya no hay espacio para hacer otra fecha próximamente. Lo bueno es que ya nos confirmaron que el 3 de noviembre estaré en el Auditorio Nacional; no sabes lo feliz que me hace estar cerca del público mexicano. Estamos hablando con una banda mexicana, pero aún no se concreta. Es un año de mucho trabajo: comenzamos con esta gira americana, en lugares que yo no conocía como Nueva York, y de ahí nos vamos a Europa y luego volvemos a México. Es un año súper movido

 

Después de tu presentación en el Auditorio Nacional, ¿cuál es la siguiente meta que te has propuesto?

Para mí el tema de las metas es fatal porque he aprendido a disfrutar cada momento de mi vida. Ese es un proceso vital, porque con el tiempo uno deja de pensar tanto y empiezas a fluir un poquito más, por eso este ejercicio de apertura me viene en el mejor momento. Hoy disfruto estar aquí y soy previsor, ya no quiero ser el artista que conoce todos los aeropuertos del mundo, y por eso vengo con tres semanas de anticipación para viajar por toda la República Mexicana. Ahorita, por ejemplo, acabo de ir a las Pirámides de Teotihuacán; aprovecho mi estadía en México. Creo que estoy en otro momento en el que aprovecho de las cosas.

 

Por lo que comentas, te has vuelto un hombre muy precavido y te gusta tener las cosas bajo control…

Totalmente, aunque luego es contraproducente; quizás esa es mi lucha diaria, lo que me lleva a ser obsesivo; tienes que ser lo más seguro contigo mismo. He aprendido a relajarme, pero quizás es una deuda pendiente todavía. Soy muy celoso con mi vida privada y trato de conservarla en segundo plano con los medios de comunicación, y me respetan bastante. La verdad nunca he vendido nada, por eso tengo ese privilegio intacto, y por eso me han tratado súper bien. Vendo más bien mi esfuerzo: la dedicación de un proyecto es el 95%, y el otro 5% es el talento.

 

Ahora que estás por cumplir cuatro décadas de vida, ¿qué tanto te preocupa el tema de la edad?

¡Me estoy empezando a llenar de canas, jajaja! No es que me preocupe, pero supongo que voy a tener una mala vejez. Ahora sí me he vuelto muy tranquilo, antes no lo era. Mi madre dice que tuve la adolescencia más larga de la historia, pues a mí me duró desde los 14 hasta los 32. Creo que la madurez es la madre de las experiencias en la vida, y vas probando caminos. De hecho tenía la posibilidad de teñirme las canitas y dije que no, que no era momento.

 

¿Llevas algún régimen alimenticio en especial?

Sí, pero realmente lo adopté porque me hice un análisis de sangre, y determinados tipos de alimentos no son buenos para mí. Soy tipo A y cuando como carne roja me sube la fiebre; el maíz y el tomate natural son fatales para mí. Por eso he aprendido a comer alimentos que mi organismo digiere. Hay una sola cosa que me ha costado trabajo, como buen asturiano que soy, y es el queso; ahí me matan, sé que me hace daño, pero peco.

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