P asaron más de dos años para que Variaciones enigmáticas, el proyecto teatral que Jorge Salinas está a punto de estrenar al lado de César Évora, tomara forma y arrancara temporada. El actor compartió con EstiloDF, los detalles del personaje que interpretará en la puesta producida por Sergio Gabriel, la cual inicia temporada este 3 de febrero en el Teatro Jorge Negrete. Además, como pocas veces, habló de la relación que lleva con la prensa, de cómo este personaje, que tiene como profesión la de reportero, le ha hecho entender la labor de los periodistas que lo abordan en diferentes lugares buscando una declaración suya, y a lo largo de la charla nos dejó ver un poco de lo cercana que es su relación con Elizabeth Álvarez, su esposa.
¿Cómo llega este proyecto teatral a ti?
El productor lleva más de dos años planeando esta obra conmigo, ya estaba todo listo para comenzar, había nombres de varios actores que voy a omitir, pero no se concretaba nada porque uno no podía, otro quería dirigir, otro más estaba en campaña política hasta que, un año después, afortunadamente llegó el señor César Évora. Entonces, comenzamos a platicar con el director Manuel González Gil, de quien he visto las obras que ha dirigido en México, sé que es una persona muy profesional y me emociona que César sea mi compañero; con él he trabajado dos veces en proyectos de televisión (Mariana de la noche y La esposa virgen), y ahora nos reencontramos acá.
¿Por qué se aplazó tanto el estreno de esta puesta?
El año antepasado íbamos a empezar temporada en noviembre, pero no estábamos al cien por ciento listos ni César, ni yo; un mes después, cuando estábamos otra vez por arrancar, nacen mis escuincles y aunque no era el plan original tuvieron que nacer en Estados Unidos y esto me obligaba a viajar todos los fines de semana. El productor me entendió y, otra vez, pospuso el estreno para cuando yo pudiese. Otro intento se dio cuando terminé el proyecto de televisión en el que estaba (Mi corazón es tuyo), pero César entró a otro y al acabar, comenzó una película cuando yo ya estaba disponible para trabajar, y luego otra vez fui yo quien inició una película.
Vaya que resultó complicado el tema de cuadrar las agendas de César Évora contigo…
Mucho, César es una persona muy ocupada y yo también, más últimamente, aunque también he tenido mis periodos de poco trabajo; por ejemplo, de 2009 a 2012 hice solamente dos proyectos, una obra de teatro y una película, y después otra vez comencé a trabajar fuerte de nuevo.
¿Qué detalles nos puedes compartir de esta historia que protagonizarás?
Es la conversación entre Erik Larsen, periodista al que yo interpreto, y Abel Znorko, un reconocido escritor ganador del Premio Nobel de Literatura al que da vida César (Évora). Estos dos hombres establecen un diálogo que primeramente, tiene como objetivo conocer los pormenores de la última novela de Znorko, la cual se titula Un amor inconfesable. Poco a poco, la entrevista se convierte en un diálogo intenso, condimentado con las revelaciones de cada uno en torno al amor y cómo lo perciben.
¿Tardaste en darle el sí al productor cuando te propuso este personaje?
Primero se lo di a leer a mi esposa sin hacerle ningún comentario. Al terminar, me dijo: “¿Y qué esperas para hacerlo?” Yo le respondí que sí lo iba a hacer, pero que quería conocer su opinión; yo ya sabía que lo haría, esto fue en 2015, al terminar la telenovela Mi corazón es tuyo a la que le fue muy bien, fue exitosa y me dio inserción en el mercado infantil en televisión; desde entonces tenemos esta obra en espera.
¿Cómo le haces para elegir proyectos que regularmente son exitosos?
Le hago caso a mi esposa, tiene un ojo esa señora. Me dice: “Yo opino esto y esto, pero tú decide”, hacemos buen equipo. Y vaya que ustedes los actores deben aprender a elegir… En mi caso, yo aceptaría todo, lo que a mí me gusta es estar en un escenario o en un set, pero mi esposa me dice que para que tenga continuidad en mi carrera debo saber escoger los personajes que me ofrecen, que no se trata de hacer cosas por hacerlas, porque si llega una propuesta de parte de un productor que te pica el ego y te dice retadoramente que te va a sacar de tu zona de confort, pues aceptas regularmente por orgullo; sin embargo, pienso que cualquier personaje implica un reto y si eres un actor que se compromete con su trabajo, nunca estás en una zona de confort porque nunca haces el mismo personaje.
¿Qué reto implica para ti interpretar a este periodista?
Erik es un hombre complejo, como con el que se encuentra. Ambos son dos seres humanos ávidos de amor, deseosos de sentir. Mi personaje es un hombre solitario, sensible y honesto, y muy chingón. Al hablar de él, obligadamente tengo que hacer una toma de conciencia porque es rico emocionalmente y todo eso debo transmitirlo en escena. Un director, que ya no está con nosotros, en 1998 me dijo: “Hijo, disfruta tu éxito, no lo padezcas, para eso estás en esta carrera, entonces disfrútala; si tu personaje no es complejo, hazlo complejo, ve atrás de las palabras, no te vayas por la primera impresión que te den las líneas que lees, tu reto está en encontrar la complejidad de lo que no dice lo que estás leyendo”, y desde entonces, eso trato de hacer.
¿Cuál crees que sea la respuesta del público al verte en una historia así?
No se trata de una obra densa, sí hay intensidad en los personajes, pero también la estructura del texto hace que entre Abel y Erik se cree una atmósfera ligera. A mí me parece que la gente entre más culta, tiene un sentido del humor más agudo. Mi personaje debe capotear los comentarios de su entrevistado, quien es un hombre inteligente, para conseguir lo que como periodista se propuso obtener, no puede resentirse a la primera, tiene que dar picones y ser muy cauto para conseguir lo que busca.
¿Este personaje te ha hecho entender a la prensa que muchas veces te aborda buscando una declaración tuya?
Así es, pero creo que el problema es que se ha desvirtuado la profesión del reportero, y hablo de los que cubren el espectáculo. A mí me parece que cualquier periodista puede sentirse ofendido cuando un chismoso sube a la red una nota o deja correr un rumor por el puro placer, me parece que el periodismo es mucho más que eso, y sé también que no es nada fácil ser reportero.
¿Es difícil llevar una buena relación con los medios?
Pienso que tienen una imagen de mí que no es muy dulce que digamos, pero siempre he sido respetuoso y nunca he agredido a algún compañero de los medios, aunque reconozco que ganas no me han faltado. A veces he preferido no dar ciertas entrevistas y en otras he sido cortante con algunos reporteros, porque también sé que reciben órdenes de preguntar acerca de ciertos temas. Sé que son sus jefes quienes están detrás de esas preguntas y por eso decido no hablar; también me he enfrentado a periodistas groseros, y con ellos simplemente no hay forma de establecer diálogo.
Hablabas de que participaste recientemente en una película, ¿cómo se llama?
El título aún no lo sabemos, la produjo Matías Ehrenberg, la dirigió Jorge Ramírez Suárez y comparto créditos con Fernanda Castillo; la terminamos hace apenas unas semanas, el 18 de diciembre, exactamente. En cine has tenido muy afortunadas participaciones… Ha sido una fortuna que películas como Amores perros, Sexo, pudor y lágrimas, La otra familia y hasta Labios rojos hayan sido bien aceptadas por el público. Ésta que acabo de hacer es una comedia y espero que también funcione bien; procuro tomar el riesgo de aceptar proyectos de cine que me lleven a explorar cosas que no he experimentado.
¿Cómo describes la etapa actual de tu vida?
Estoy en el mejor momento, el pasado ya no está, el futuro no sé si lo voy a vivir, por eso decido que hoy es el mejor día que tengo. Me siento tranquilo aunque también a veces aparecen mis demonios, como le pasa a todo el mundo; sé que eso también es parte de la vida, si no la existencia sería muy aburrida, pero en este momento estoy agradecido con la vida por permitirme estar vivo.
¿Crees en Dios?
¡Claro! Y además de creer en Él, siento que soy uno de sus consentidos, pues me ha salvado más de tres veces de haber muerto. Si no fuera por Él, yo no estaría aquí, por eso le agradezco estar aquí y también por eso me siento comprometido para vivir mejor y hacer lo que me toca lo mejor que pueda, para así devolver un poco de lo bueno que he recibido. En este caso, me mandó dos escuincles hermosos, maravillosos, Máxima y León, quienes me tienen vuelto loco, me hacen recordar lo que viví con Jorge Emilio y Santiago.
Comentabas que has tenido periodos de menos trabajo, ¿eso provoca nerviosismo en ti?
Yo como de mi trabajo, no soy heredero de una gran fortuna, entonces si no trabajo, no como, además tengo gente que depende de mí. Cuando ha pasado eso de no tener chamba tan seguida, reflexiono acerca de lo que hice o dejé de hacer para que ya no me busquen, pero sé que son ciclos y no pasa nada. Mi mujer siempre me dice que si pasa algo que no teníamos previsto, de todos modos no pasa nada y eso de verdad que me tranquiliza mucho, eso no habla de adoptar una postura conformista, pero sí me hace ocuparme en lo que tengo que hacer más que preocuparme.
Además de esta puesta, ¿qué planes de trabajo tienes para este año?
Hay una oferta de televisión para telenovela, dos para hacer series y una más para hacer cine, pero ya llegará el momento de hablar de cada uno de éstos, si es que se van a realizar y si me toca estar en ellos. En este momento, lo más importante es el presente, en el que sólo está Variaciones enigmáticas .
¿Listo para iniciar temporada?
Empezamos con todas las ganas el viernes 3 de febrero en el Teatro Jorge Negrete, que está muy calientito por otra de las obras producidas por el mismo Sergio Gabriel, quien es un hombre de teatro. Yo le agradezco que me haya tomado en cuenta para este proyecto, siendo un actor comercial. César Évora y yo deseamos que el público que vaya a vernos salga complacido del teatro.
¿Cuánto tiempo durará?
Hasta que el público quiera, creo que hablar de que estaremos sólo unas semanas en cartelera es un error publicitario porque si ibas a estar sólo 10 semanas, por poner un ejemplo, pero al público no le gusta, te vas en el primer fin. Nosotros estaremos en cartelera mientras el público lo quiera.