Fue el 20 de diciembre de 2003 cuando esta pareja se casó. Magdalena Moguilevsky Hojean y Juan Soler Valls Quiroga unieron sus vidas para pasar muchos años juntos y ahora con una familia junto a sus hijas Mía y Azul.
Cualquiera pensaría que Juan Soler y Maki, argentinos, se conocieron en su país de origen y llegaron juntos a México en busca de una oportunidad de trabajo como actores.
Pero no fue así , su historia de amor tuvo su primer encuentro en los pasillos de Televisa San Ángel, el 5 de mayo de 2002.
Para él, Maki no era tan de su agrado, y Maki asegura que Juan reunía todas las características del hombre que no quería para su vida: argentino, actor y, por si fuera poco, mujeriego. Poco tiempo después, Juan se encontró con la mamá de Maki. Se cayeron tan bien que el actor (conocido en su país como jugador de rugby) no perdió la oportunidad de invitarla a su casa a un asado.
Casualmente las familias de ambos estaban en México y la reunión fue inevitable. En la comida, Juan estaba acompañado por su novia en turno que, a decir de Maki, “aquella chica estaba espantosa. Mi mamá me decía: “Pero hija, con él tienes que salir, está bárbaro, muy guapo”. Le contesté que no, que Juan no tenía onda conmigo. Él dice que ese día pensó: ‘Esa mujer es para mí’”, recuerdó.
Dos semanas después, Soler buscó a Maki para invitarla a la inauguración del restaurante de un amigo. Ese día, ambos la pasaron muy bien. Él comenzó a ser cariñoso, incluso la tomó de la mano. De inmediato ella le aclaró que no estaba dispuesta a salir “por salir con alguien”, que si quería una aventura, mejor se lo dijera. “Él me contestó que para nada, que estaba encantado conmigo… que yo era la mujer de su vida”, platicó ella para un medio de circulación nacional.
Pero Maki no es de las mujeres que “caigan” con un buen piropo. Aún después de aquella declaración, ella todavía tenía sus dudas, las cuales fueron desapareciendo hasta que un día le dio el “sí” y, el 20 de diciembre de 2003, se convirtió en su esposa, en Acapulco.
A partir de ese momento sus vidas han sido maravillosas, pues una relación entre risas y buenos momentos han hecho de esta relación unas de las más estables y lejanas de los chismes del espectáculo.
Con diferentes planes por las carreras de actuación que han llevado y que hoy en día Maki, ha decidido dejar un poco atrás para dedicarle tiempo de calidad a su familia. Los dos se apoyan en sus proyectos tanto Juan en las telenovelas como ella en la moda.