Esta formación rocosa marina, es la segunda más grande del mundo en su tipo y es ampliamente reconocida como un hermoso santuario y hábitat para focas y lobos marinos de octubre a abril.
También es común ver delfines, toninas, gaviotas, pelícanos y garzas en este paraíso natural. Otro atractivo es el “Pechocho”, un delfín silvestre muy amigable con las personas, que se encuentra en un claro conocido como la ensenada Bichi.
Por la proliferación de especies, es un lugar ideal para el turismo contemplativo. Sus amaneceres y atardeceres son espectaculares, no importa si estás cerca de la isla, o la tienes al fondo como parte del paisaje.
El trayecto se disfruta mucho, pues para llegar a la isla se necesitan recorrer 27 kilómetros en lancha, saliendo de Topolobampo.