La ropa blanca es un indispensable en el armario de cualquier persona y es un dolor de cabeza pensar que cada vez que la usamos se ensuciará y lo peor es que la debemos limpiar para que quede igual que recién comprada aunque no siempre lo logremos.
El blanco es uno de los colores más difíciles para mantener, pero no es imposible. Así que te decimos algunos trucos para que tus prendas siempre tengan ese toque de “nuevo” todo el tiempo.
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Adiós al cloro: lejos de pensar que este producto ayuda a tus prendas a mantenerlas del color, a la larga hace que los tejidos se vuelvan amarillentos.
El viejo truco del limón en el calcetín podría parecer de risa pero elimina las manchas al instante. Lo que debes hacer es colocar rodajas de este cítrico y envolverlas en una calceta blanca que ya no te guste. Lo meterás a la lavadora con toda tu carga de ropa.
Si tu pieza está muy sucia, entonces la remojarás en agua caliente con un poco de detergente. Por nada del mundo talles, deja que la lavadora haga lo suyo.
¡Buenos días, señor sol! Deja que tu ropa se seque a lo natural y para eso deberás olvidarte de la secadora y dejarla al sol. Esto hará que las manchas desaparezcan además de que uniforman el color blanco.
Por último, cuando añades el jabón en la lavadora coloca una cucharada completa de perborato de sodio (de preferencia en el segundo ciclo de lavado) y verás que tu ropa sale como recién comprada.
