¿Estás pensando visitar Oaxaca y te gustaría hacer algo diferente, que te permita saborear la cultura local? Pues esta guía es para ti. El estado cuenta con algunas experiencias exclusivas o privadas muy cerca de las zonas más turísticas de su capital. Desde un menú cocinado por uno mismo con ingredientes endémicos, pasando por una comida típica en la cochera de una casa del centro, hasta un bar que se encuentra entre los 50 mejores de Norteamérica. Montelobos, el mezcal que busca promover sus orígenes, ha englobado un listado de actividades top que enamorarán tu paladar.
Antes de comenzar es importante que sepas que la mayoría de estos lugares cuentan con pocos espacios disponibles, por lo que una reservación con días de anticipación puede ser necesaria. Otro tip es que muchos de estos establecimientos ofrecen un menú de temporada que se sirve en forma de degustación, por lo que es recomendable que comas tan sólo un poco de todo o puedes llegar a dar el “chilangazo” y quedarte a la mitad de los tiempos.
La siguiente guía está acomodada para ofrecerte una opción de comida, dos de cena y una para echar un drink coqueto. Para complementar, Montelobos te comparte una opción de maridaje perfecto para acompañar tus alimentos, ya que quieras o no, visitas la tierra del mezcal.
Comencemos por una comida que es importante que hagas a la luz del día. Portozuelo es un establecimiento a tan sólo 35 minutos del centro (aceptémoslo, es menos de lo que haces a Santa Fe en la hora pico) y se encuentra abierto de 10 am a 6 pm. Este proyecto del reconocido chef Alejandro Ruiz se ha ganado las palmas de los críticos debido a la composición endémica de sus platillos. Sin importar si buscas una opción vegana o probar el lechón de la casa, puedes ser partícipe de la preparación de cada tiempo. Aquí, la recomendación es acompañar su exquisita sopa de nopal, camarón y quintonil con un delicioso retrogusto herbal de Montelobos Ensamble, saborear la tetela de conejo con las notas cárnicas de Montelobos Pechuga y rematar el postre de frutos de la región en caramelo con los tintes dulces, así como lácticos, de Montelobos Tobalá. El tip para campeones es pedir un té de borracho o poleo para llevar. Nos lo agradecerás al siguiente día que este elíxir te bendiga evitando la “mítica” cruda.
En Oaxaca probablemente cenarás fuerte, ya sea con un sabor nunca antes degustado como el de un mole de ciruela de la región o uno de frijol rojo. Las siguientes sugerencias para la última comida del día requerirán que lleves tu propia botella de mezcal y que pagues un significativo descorche, por lo cual un clásico y multifacético Montelobos Espadín es la opción. La recomendación para la noche es visitar Alfonsina o Cocina de Humo.
El primer establecimiento se encuentra a unos 25 minutos de la capital y alberga un nuevo concepto gastronómico de tradición familiar. Alfonsina es una cocina que defiende tradiciones prehispánicas puestas sobre la mesa por la matriarca con el mismo nombre y retomadas por su hija, Doña Elvia León. Todos sus platillos cambian cada mes y son elaborados con productos locales. Aquí únicamente se sirve en formato de degustación, por lo que un menú es inexistente.
Ahora, si lo tuyo es meterte hasta la cocina o las experiencias privadas, ¿por qué no comer en la cochera que la chef Thalía Barrios adaptó para ser un área de fogones, comales y barro? Este lugar está a 10 minutos caminando de Santo Domingo y ofrece un menú único de la Sierra Sur de Oaxaca, de donde además traen la mayoría de los ingredientes. Aquí serás recibido por un ticuchi, el trago para prepararse para un atascón, y continuarás con varios tiempos de comida tradicional. Desde las machucadas, que son típicas cada que se prepara maíz en la Mixteca Alta, hasta un huevo envuelto en hoja santa, en este menú ya no habrá espacio ni para Jesús. Cada uno de los sabores que desbordarán la única mesa de máximo 20 personas se puede acompañar muy bien con un Montelobos.
Finalmente, si eres voraz y quieres un trago más, descubre uno de los 2 bares que fueron galardonados dentro de los North America 50 Best, Sabina Sabe. Esta barra, que se encuentra en el centro de la capital de Oaxaca, es dirigida por Gerardo Carrera y ya figura como el lugar preferido para tomar cocteles en la ciudad. La recomendación aquí es comenzar con un Jamaicón, que tiene un sabor predominante a Montelobos y jamaica, para después ir probando cada una de las creaciones de la carta.
La cultura gastronómica y de bebidas en Oaxaca es impresionante, encontrándose al mismo nivel que su patrimonio arquitectónico o la gente que habita en este bello estado. Aquí cada experiencia es un mundo, en el cual hay espacio para todos. Si todavía no conoces estas actividades exclusivas que son la joya de la corona local, mezcal Montelobos te invita a conocer sus raíces desde lo más típico y visitar al menos una. Después de esta guía de sabor, ya nada te saciará igual.